Durante las dos semanas anteriores a esta salida los planes fueron cambiando con rapidez. Primero porque pensábamos ir Óscar y yo 5 días y al final lo redujimos a un fin de semana al que también vino Javi, y luego porque la meteo fue a peor día a día. Tresmiles aledaños a la Pica d’Estats, cresta de enmedio, corona del Vignemale fueron algunas de las opciones que barajamos. Al final la decisión de la actividad la tomamos en el coche de camino a Pirineos.
Salimos el viernes 17 de septiembre por la mañana y estuvimos durante el viaje consultando páginas webs de meteo y de refugios para ver disponibilidad. Llevábamos los petates cargados (sacos, infiernillos, comida para dos días…) así que estábamos preparados para cualquier plan. Por cierto, a raíz de lo lleno que lo llevaba decidí comprarme un petate más grande y lo hice en esta web que os recomiendo sobretodo por la rapidez y el buen servicio que me han dado.
Pero volvamos a la actividad, nos decidimos por ir al valle de Estós ya que había sitio en el refugio y la meteo aunque no buena del todo tampoco era la peor. Pensamos en la cresta de Bardamina para un día y la de Seil dera Baquo para otro. Esta última no pudo ser precisamente por la meteo y de haberla hecho tendría unidas la del Perdiguero y la de Gourgs Blancs que ya he realizado.
Llegamos a Benasque el viernes a mediodía y después de dejar el coche en el parking que hay en la entrada del valle de Estós subimos tranquilamente al refugio. Tras consultar la última predicción meteorológica y hablar con el refugiero decidimos dejar la Seil dera Baquo para el domingo, ya que la meteo se suponía sería mejor y es una actividad más comprometida. Así que al día siguiente nos íbamos a la cresta de Bardamina.
El sábado no madrugamos mucho y hasta las 7:50h no nos pusimos en marcha, la actividad no se suponía excesivamente larga y además Javi la había hecho hacía poco así que íbamos con la tranquilidad de conocer la ruta.
Cresta de Bardamina desde el refugio de Estós
Seguimos la senda que sale desde la parte trasera del refugio de Estós (1.895 m) y que al poco tiempo se bifurca, yendo el camino de la derecha al puerto de Chistau y la de la izquierda, que es la que tomamos, al Posets por la vía normal desde este valle. La senda desciende hasta el río que cruzamos por una pasarela. Bordeamos la Aguja y la Tuca de la Paúl para internarnos en el barranco de la Coma de la Paúl por el fondo del cual ascendemos hasta el collado de la Paúl (3.040 m). Las vistas desde aquí deben ser buenas con el Posets enfrente, los Gemelos a la derecha y la cresta que nos ocupa a la izquierda, pero el día estaba cerrado y la verdad es que no vimos nada de esto.
Los últimos metros antes de llegar al collado se me hicieron muy pesados. Había niebla, viento, nevaba y las manos se me estaban quedando heladas así que mi motivación cayó en picado. Cuando por fin llegué les dije a Óscar y Javi que siguieran sin mi, pero Javi me dejó unos guantes y me convenció para seguir unos metros más.
En el collado de la Paúl cambiamos nuestro rumbo dirección noreste para empezar a escalar la cresta. Avanzamos entre la niebla, mis compañeros por delante de mí a buen ritmo. La cresta, estrecha y aérea, exige superar pequeños gendarmes y varias brechas con roca algo suelta, además una fina capa de nieve lo cubría todo así que tocaba extremar la precaución y tantear los agarres. Sin embargo el viento paró, mis manos se recuperaron y me sentía cada vez más y más animado.
Pasamos por el Pico Inferior de La Paúl (3.073 m) y poco después el Pico de la Paúl (3.073 m). Algo después nos encontramos con un paso algo expuesto, el más delicado de toda la cresta. Se trata de un pequeño resalte con mucho patio que Javi bordeó por la izquierda. Óscar y yo le seguimos.
Continuamos hasta que la cresta muere en un collado (3.030 m) que da acceso al último pico de la jornada. Desde el collado bordeamos una pared por la derecha para subir al cordal que nos lleva al pico Bardamina (3.079 m). Unas fotos de rigor en la cumbre y emprendemos la bajada hasta el collado por el mismo camino de subida.
Para volver al collado de la Paúl bajamos por una canal dirección este y bordeamos toda la cresta por su base cruzando un caos de bloques. Antes del collado tenemos que superar una pequeña rampa de nieve.
Desde el collado la vuelta la hacemos por el mismo camino de ida y tras 7 horas y 45 minutos estamos de nuevo en el refugio donde festejamos nuestra actividad y planeamos la del día siguiente que os contaré en la próxima entrada.
Agradecí a mis compañeros que me convencieron para continuar porque la jornada fue magnífica en un ambiente muy montañero. Por cierto, de los que estuvimos en el refugio esa noche fuimos los únicos en hacer la actividad planeada, y es que el día no invitaba mucho.
Galería de fotos
Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Pirineo aragonés | |
Valle de Estós | |
Espacio natural protegido | |
Cubierto en el valle, niebla en cotas altas. Viento | |
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