Hay montañas de Alicante que me gusta visitar al menos una vez al año. Es el caso del Puig Campana, Cabeçó d’Or, Maigmó, Montcabrer, Bernia o Serrella por citar algunas. Y aunque todos los años lo intento no siempre lo consigo. Al Cabeçó y al Maigmó voy muy a menudo por estar cerca de casa, al Puig Campana y Bernia una o dos veces al año. Pero otras, y este es el caso de la Serrella, solo las visito una vez al año en el mejor de los casos, y eso a pesar de que es una de las sierras que más me gustan de la provincia de Alicante. Así que, si surge la oportunidad procuro aprovecharla.
Este año la oportunidad se presentó cuando David, mi compañero de trabajo, me dijo que no conocía la Sierra Serrella. Él y Ruth (su mujer) son aficionados al senderismo y me parece fundamental que todo alicantino que tenga una mínima afición por el monte conozca esta magnífica sierra, así que su visita me la tomé como algo personal.
Pensé la ruta que a continuación reseño y que podría decirse que es la hermana pequeña de esta otra. Pero aunque es más corta y tiene casi 500 metros menos de desnivel, no deja de ser una ruta exigente con una última bajada un pelín técnica. No quiero asustar a nadie, cualquier senderista con algo de experiencia disfrutará de esta ruta que en mi opinión es de las mejores de la provincia de Alicante.
Senderismo en la Sierra Serrella
Acceso
Puesto que Ruth y David venían de Alcoy y yo lo hacía desde El Campello, quedamos en Beniardá, y ya que teníamos dos coches decidí comenzar la ruta en Abdet y terminar en Beniardá. De este modo nos ahorramos los casi 7 kilómetros que separan un pueblo de otro, que aunque discurren por una bonita pista que coincide con el PR-CV 45, al estar asfaltada pierde mucho encanto y puede resultar algo pesada. En todo caso si vas con un solo vehículo tendrás que añadir estos 7 kilómetros y decidir comenzar en uno u otro pueblo dependiendo si quieres hacer ese tramo al principio o al final del día.
La excursión
Comenzamos nuestra excursión senderista por la sierra Serrella en Abdet, pueblo enclavado en lo más profundo del valle de Guadalest. Al final del pueblo hay un pequeño aparcamiento donde es posible dejar el coche, es el mismo lugar que utilizan los barranquistas que van ha hacer el descenso del Mela.
Tomamos la pista asfaltada que se dirige a dicho barranco, lo cruzamos y seguimos carretera arriba. Tras dos curvas de 180º, la primera a la izquierda y la segunda a la derecha, subimos un pequeña cuesta y nos desviamos a mano izquierda por un camino que comienza en un bancal de almendros.
Caminamos dirección oeste siguiendo una senda cada vez más frondosa y estrecha que baja hasta el cruce de los barrancos Llop y Monesillo, y que en el punto por donde pasa la ruta se unen formando el conocido barranco del Mela.
Tras sortear el barranco la senda vuelve a subir hasta llegar a otra que tomamos a la derecha y que nuevamente baja hasta dar con el barranco de Monesillo. Unos mojones a mano derecha indican un desvío hacia el Masets de Nicolau, a donde nos dirigimos. Pasamos junto a la masía para desembocar en una pista que seguimos a mano derecha. Por esta pista apenas caminamos 200 metros pues debemos desviarnos por otra menos marcada que sale nuevamente a la derecha. ¡Ojo! porque si no vas atento puedes pasarte el desvío, a nosotros nos ocurrió.
La pista sube a lo alto de la sierra haciendo varios zigzags. En la tercera curva de 180 grados a la izquierda la abandonamos y tomamos una preciosa senda que comienza bajando pero que enseguida sube. Atravesamos un frondoso pinar primero y un carrascar después, hasta salir a la parte alta de la sierra que está desprovista de árboles. Llegamos al collado que hay entre la Penya del Corb y el Pic de Serrella.
Aquí hay dos posibilidades. Los coleccionistas de cimas pueden bordear el Pico Serrella por el oeste primero y el norte después para ascender a su punto más alto. La otra opción, que es la que hicimos nosotros y que a mi me parece más interesante, consiste en bordear por el sur en una media ladera ascendente. La senda, que a ratos se desdibuja, discurre por un entorno agreste y espectacular.
Llega un momento en que el camino desaparece. En ese punto hay que subir monte a través buscando el cordal de la sierra. Es un lugar algo delicado en el que debemos prestar atención y evitar la caída de piedras que podrían golpear a los que vienen por detrás.
Una vez en el cordal de la sierra continuamos dirección este por una senda muy clara que coincide con el GR 330 y que nos conduce hasta la cumbre de la Malla del Llop.
La panorámica es brutal. De izquierda a derecha vemos: Aixorta, Bernia, valle de Guadalest y Sierra Helada con el Mediterráneo de fondo. El Puig Campana detrás de la Sierra de Aitana, Maigmó, Pla de la Casa, Montcabrer, Benicadell, La Safor, Montgó, Sierra de Ferrer… Nos hacemos las fotos de rigor y nos disponemos a darnos un respiro.
Justo debajo del vértice geodésico hay un preciosa explanada, lugar ideal para descansar, disfrutar de las vistas y comer. Tras las merecidas viandas continuamos nuestro camino.
Continuamos dirección este para llegar a uno de los alicientes de la ruta, el barranco de la Canal.
El barranco de la Canal es una hermosa depresión protegida a ambos lados por sendas crestas calizas en un entorno excepcional. Si lo realizas de bajada, tal y como hicimos nosotros, disfrutas además de la magnífica vista de las sierras de Ferrer, Aixorta y Bernia con el mar Mediterráneo de fondo.
Lo recorremos en su totalidad hasta llegar, en su parte más baja, a una casa en ruinas. En este punto nos desviamos dirección sur internándonos en otro barranco, el de les Mates, un barranco angosto cuyas aguas tributan en el embalse de Guadalest. La senda que pasa junto a enormes paredes calizas termina en una pista que tomamos a mano izquierda. Esta pista es inicialmente de tierra pero enseguida pasa a estar asfaltada.
Pasamos junto a una casa en ruinas en una curva cerrada a la derecha, luego, justo después de otra curva aún más cerrada, esta vez a la izquierda, debemos ir atentos a un sendero que sale a mano derecha. Es un sendero poco transitado excepto por cazadores (los cartuchos en el suelo los delatan), que discurre por una zona muy frondosa y se dirige en fuerte subida a la caseta de Vicent Seguí.
Una vez en la citada caseta nos paramos a merendar antes de emprender lo poco que nos queda por delante. Se trata de bajar hasta la pista asfaltada que une Beniardá y Abdet desde donde iremos al aparcamiento de Beniardá que es el final de nuestra ruta. Para hacerlo vamos a internarnos en los bancales que hay justo debajo de la caseta buscando el camino más lógico que no siempre es claro.
Pero los bancales están 15 metros por debajo de nuestra posición y el cortado que nos separa de ellos no nos permite bajar a piñón, así pues debemos dirigirnos hacia el oeste por la pista asfaltada que tenemos delante. En caso de realizar la ruta con mal tiempo (lluvia, viento…) podríamos seguir esta pista hasta la que vamos buscando, evitando así una zona algo delicada, eso sí, dando un gran rodeo. Como nos ha salido un día magnífico vamos a hacer esta bajada que es disfrutona, directa y rápida.
En cuanto la pista y los bancales se ponen a nivel nos internamos por ellos a mano izquierda bordeándolos. Llegamos al principio de un barranco que cruzamos por una senda de momento bastante clara. La seguimos por el borde del barranco que está a nuestra derecha hasta llegar a una zona de tierra donde la senda desaparece.
Aquí hay que guiarse por la intuición montañera buscando siempre lo más fácil. El terreno es perfecto para bajar a grandes zancadas corriendo, lo que mi amigo Gabriel denominaba equilibrio dinámico. A ratos la senda aparece y luego vuelve a desaparecer hasta que por fin llegamos a la parte baja del barranco primero y a la carretera después.
A la izquierda está Beniardá, pero antes de ir allí llevo a mis amigos a una preciosa poza que está muy cerca de donde nos encontramos pero en dirección opuesta a nuestro destino, es decir hacia Abdet. Allí hacemos una parada para disfrutar del entorno y echar alguna foto antes de volver sobre nuestros pasos dirección Beniardá.
Entramos a este precioso pueblo con reminiscencias árabes en su estructura urbanística, por la carretera que viene del embalse de Guadalest. Lo cruzamos en su totalidad hasta llegar al aparcamiento donde dejamos el coche hace ya unas cuantas horas.
Hemos disfrutado de una magnífica actividad que como ya sabía ha sorprendido mucho mis compañeros de ruta. Con ellos espero hacer alguna otra en el futuro. Quizá sean ellos los que me puedan enseñar algún rincón de la provincia nuevo para mi, ya os contaré… ¡Hasta la próxima!
Galería de fotos
Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Alicante | |
Sierra Serrella | |
Cielo despejado, temperatura agradable. Viento en las cumbres | |
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