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Ben Saunders en el Polo Sur

Una aventura de verdad

Reflexiones sobre aventura

Con esta nueva entrada no vengo a contaros, como suelo hacer, alguna actividad realizada en primera persona, sino una auténtica aventura que descrubrí por casualidad en Internet y que me ha llamado poderosamente la atención porque recuerda a las de los pioneros de la exploración antártica.

Recuerda a personajes de la talla de Roald Amundsen explorador noruego de las regiones polares que dirigió la expedición a la Antártida que por primera vez alcanzó el Polo Sur el 14 de diciembre de 1911. A Robert Falcon Scott, quién alcanzó el Polo Sur 35 días después que la expedición de Scott y en cuyo viaje de vuelta moriría junto a sus cuatro compañeros por una combinación de agotamiento, hambre y frío extremo. O a Sir Ernest Henry Shackleton quien protagonizo en 1914 otra auténtica aventura en su intento de atravesar por primera vez el continente antártico quedando su barco atrapado en el hielo. Gracias a su carácter y a su capacidad de liderazgo consiguieron volver todos ilesos tras 634 días de auténtico calvario.

Siempre me ha gustado el anuncio que puso Shackleton en la prensa londinense para buscar candidatos, decía así:

[quote]Se necesitan hombres para viaje peligroso. Salarios bajos, frío extremo, meses de completa oscuridad, peligro constante, retorno ileso dudoso. Honores y reconocimiento en caso de éxito.[/quote]

En nuestra época no creo que se presentara mucha gente voluntaria para este viaje, sin embargo en 1914 miles de posibles exploradores se personaron para unirse a dicha expedición.

Se dice que la muerte de Shackleton marcó el fin de la edad heroica de la exploración de la Antártida, un período de descubrimientos caracterizado por los viajes de exploración científica y geográfica en el inmenso continente helado y desconocido.

La inmensidad del Polo Sur
La inmensidad del Polo Sur

Es difícil encontrar gente de la pasta de aquellos pioneros, sin embargo aún quedan aventureros como los de antes. Son pocos, pero aún quedan. El británico Ben Saunders es un claro ejemplo de ello y es por quién en realidad me he decidido escribir esta entrada. Se ha embarcado, junto con su compañero Tarka, en un viaje de ida y vuelta de 2.900 kilómetros al Polo Sur en el que tendrán que transportar cargas de trineo de 200 kg cada uno y soportar temperaturas de hasta -50ºC. Si consiguen terminar, será la expedición al Polo Sur sin apoyo más larga de la historia. Precisamente su objetivo es honrar el legado de Scott al convertirse en los primeros hombres en volver y completar la ruta original de 1911-1912 que en su día se llevó la vida de Scott y sus compañeros.

Solemos creer de forma equivocada que, a fecha de hoy, se han superado todos los retos en lo que a exploración se refiere. Ahora puedes volar al Polo Sur y han habido muchas expediciones al continente pero, en realidad, aún quedan cosas por hacer, como esta os estoy contando. La expedición que el Capitán Scott deseó lograr, una de las aventuras más reseñables en la historia polar hasta la fecha, no ha llegado a realizarse totalmente. De hecho, los 2.500 kilómetros (aproximadamente) que Scott, y sus compañeros estaban realizando cuando fallecieron fueron más allá de lo que cualquier persona había podido llevar a cabo hasta entonces, y aún continúan manteniendo el récord.

La Expedición Scott se realiza como homenaje a esta increíble proeza y esfuerzo humano y como una expedición moderna y con miras al futuro que utilizará las innovaciones actuales para redefinir los límites físicos de la capacidad humana. Ben y Tarka son atletas de gran resistencia que probarán sus propios límites a medida que intenten superarse para acabar la ruta de Scott por la «Terra Nova» para, de esta forma, realizar el mayor viaje polar sin asistencia jamás llevado a cabo.

Tras más de 10 años dedicados a planificar y preparar meticulosamente todo el equipo necesario para la expedición, iniciaron su gesta el 24 de octubre de 2013 en la cabaña de Scott, que llevaba congelada en el tiempo más de un siglo y que está situada en la orilla norte del cabo Evans (Isla Ross). En el momento que escribo estas líneas llevan recorridos 993 km y ya han atravesado la barrera de hielo Ross y el glaciar Beardmore (uno de los más grandes del mundo) y están en su tramo final hasta el Polo Sur, la meseta antártica. Todavía les queda un largo camino por delante y, gracias a su partner tecnológico Intel, les podemos seguir en directo pues han preparado una estupenda página web para que vivamos en directo esta aventura. Además la web tiene juegos relacionados con la expedición y una serie de panorámicas 360º de la cabaña de Scott y sus alrededores que os recomiendo veáis. Haz click aquí para entrar.

Intel, además de desarrollar la página web, ha equipado a Ben y Tarka con ordenadores que al igual que los exploradores deben sufrir las inclemencias del tiempo y los golpes que, con toda seguridad, van a sufrir. Aquí entran las curiosidades que es otra de las cosas que me ha llamado la atención de esta expedición.

La tienda y los trineos

La tecnología usada para la expedición funcionará a temperaturas de -45º C por lo que los ingenieros de Intel realizaron pruebas en unas “cámaras de frío” especialmente creadas para reproducir las condiciones que podría sufrir Ben durante la expedición. Los sistemas Ultrabook que utiliza Ben se han congelado en las cámaras térmicas de Intel, para descongelarlos y trabajar con ellos y, después, congelarlos de nuevo por la noche durante un periodo de varios meses para realizar comparativas de rendimiento cuando el equipo se exponga a periodos prolongados de temperaturas frías extremas. Además Ben es conocido por cortar los mangos de sus cepillos de dientes para ahorrar peso, así que además de sobrevivir a las temperaturas extremas el peso debía ser mínimo, estos ordenadores de fibra de carbono pesan tan sólo 870 g.

Asombrosamente, los dos sistemas Ultrabook Sony Vaio Pro con 4ª generación de procesador Intel Core que Ben se lleva a la expedición son modelos comerciales estándar, exactamente iguales que los que los usuarios podemos encontrar en las tiendas de nuestro barrio. Esta tecnología permitirá compartir su historia con personas de todo el mundo desde el lugar más inhóspito de la Tierra de una forma impensable hasta la fecha. La intención de Ben es preparar un articulo diario y de momento está cumpliendo, compruébalo en su blog.

Así que, no solo los exploradores deberán llegar hasta el límite de sus posibilidades, también la tecnología que les acompaña y sin la que en la actualidad no se entiende la exploración. Y es que nos guste o no vivimos en el siglo XXI.

Cierro esta entrada con una cita de Ben sobre la expedición, al que desde aquí le deseo lo mejor para esta impresionante aventura:

[quote]La Expedición Scott está en los verdaderos límites de la capacidad humana.  Se realiza a lo largo de 1800 millas, lo que equivale a 69 maratones consecutivos en, muy posiblemente el lugar más inhóspito de la tierra, llevando 200 kg de equipos y suministros necesarios para sobrevivir. Nadie ha superado la asombrosa aventura de Scott, cuando falleció después de haber realizado 1600 millas en 1912 y precisaremos toda nuestra resistencia y determinación para realizar el viaje. Estoy entusiasmado con la puesta en marcha de la expedición más ambiciosa y desafiante de mi carrera y con la posibilidad de compartir esta historia a tiempo real justo cuando la estamos viviendo.[/quote]

Si te animas, también han desarrollado una Facebook App en la que puedes unirte a tus amigos para superar una serie de pruebas virtuales emulando a Ben y conseguir llegar al objetivo para optar al Premio Final.

Vídeos

En este vídeo Ben Saunders presenta la expedición

En este otro nos cuenta que es lo que van a comer durante los cuatro meses que esperan que dure la expedición.

Nota: Las fotos que ilustran esta entrada están sacadas del blog de Ben Saunders y de la web de la expedición.