El Campello – Relleu – Torremanzanas en bici gravel

Llegar a Torremanzanas en bici es, por cualquiera de sus vías de acceso, una actividad exigente. En este artículo cuento mi experiencia desde El Campello pasando por Aigües, Relleu y superando el exigente puerto de El Collao. La vuelta por Xixona y Busot cierra esta completa circular.

Tras haber visitado en bici todos los municipios de la comarca de l’Alacantí excepto Torremanzanas -lo contaba en el artículo de rutas en bici por la comarca de l’Alacantí-, quería acercarme a este pueblo a golpe de pedal. El resultado ha sido la completísima ruta que a continuación relato.

Hoy es día de Santa Faz, fiesta local de Alicante en la que peregrinos y turistas recorren a pie los ocho kilómetros que separan la concatedral de San Nicolás del monasterio de la Santa Faz. 

Aprovecho el festivo para a hacer una particular romería que no incluye traje con blusón negro, pañuelo blanquiazul al cuello, ni caña con romero. La mía es una peregrinación sin carácter religioso en la que voy a recorrer sobre ruedas más de 80 kilómetros y superar 1.500 metros de desnivel.   

Empiezo a pedalear alrededor de las 8 de la mañana en la playa de Muchavista de El Campello. 

Los 12 kilómetros que tengo hasta el Pino Manolo, árbol monumental que da la bienvenida a la entrada de Aigües, son, si exceptúo los que hago para ir a trabajar, los que más a menudo recorro con la bici, así que los conozco bien. Se trata de una subida sostenida pero no especialmente dura que desde el nivel del mar supera un desnivel de 341 metros, altitud a la que está situado el pueblo.

Cruzo el casco urbano y un par de kilómetros después me enfrento al puerto de Relleu con varias curvas de herradura que permiten disfrutar de buenas panorámicas del Cabeçó d’Or con Aigües en su falda y el Mediterráneo detrás.

En lo alto la vista se abre a la vertiente opuesta con el Puig Campana presidiendo la escena. Desde aquí a Relleu tengo un falso llano con constantes subidas y bajadas -en general suaves- entre campos de almendros, olivos y casas de campo. Es una carretera que conozco aunque es la primera vez que la recorro en este sentido.

Llegar al casco urbano, en el que me entretengo haciendo algunas fotos, exige superar una cuesta con buena pendiente pero no muy larga.

Sin embargo, lo más duro de la jornada -también lo más bonito- está a punto de llegar. Se trata del puerto de El Collao que empieza poco después de abandonar Relleu.

El puerto de El Collao tiene 9 kilómetros de subida y un desnivel medio del 5% que engaña. Y es que se trata de una continua alternancia de tramos suaves y fuertes repechos de hasta el 16%, que me obligan a jugar con el cambio constantemente. Personalmente me parece más duro que el Puerto de Tudons desde Sella que recorrí hace un par de semanas.

Mientras asciendo, los campos de cultivo y frutales, que han sido protagonistas en el entorno, van pasando a un segundo plano para ceder el protagonismo a un espeso bosque mediterráneo dominado por extensos pinares y carrascas. Además, algunas masías, vestigios de una sociedad agrícola pasada, salpican el paisaje.

Alcanzo la cota 890 m. Lo más duro de la jornada ya está hecho.

Me dejó caer hasta Torremanzanas y doy una pequeña vuelta por su casco urbano. Visito la iglesia de Santa Ana, cuyo origen se remonta a 1588, y hago una parada en la cafetería Amber donde disfruto de un esmorzaret en toda regla: bocata de lomo con cebolla y pimientos, encurtidos variados, olivas y cacahuetes. Creo que es por esto por lo que mucha gente se sube a una bicicleta cada fin de semana, y lo entiendo perfectamente, es un lujazo.

Con fuerzas renovadas continúo ruta dirección Xixona. Avanzo por la CV-780 con la Sierra de Montagut, su pico homónimo y el Cerro del Canyaret a mi derecha. A la izquierda los campos de olivos y almendros cubren el llano hasta la falda de la Sierra de la Grana. Enfrente, presidiendo la escena la Penya Migjorn.

Al llegar a Xixona vuelvo a circular por vías conocidas, y así va a ser hasta llegar a casa. Me dirijo al polígono del Espartal donde tomo la CV-774 dirección Busot. También por este pueblo doy una pequeña vuelta antes de emprender los últimos kilómetros hasta El Campello, donde doy la ruta por finalizada.

Con esta ruta cumplo mi objetivo de llegar en bici a todos los municipios de la comarca de l’Alacantí, Torremanzanas ya está, como diría mi amigo Óscar, tachado de la lista. Pero la actividad ha sido mucho más que un trámite. Se trata de la ruta en bici de carretera más interesante de las que he recorrido por la comarca. Además, Torremanzanas y Xixona son probablemente los pueblos más interesantes del Campo de Alicante en lo que a medio ambiente y actividades en la naturaleza se refiere.

Galería de fotos

Mapa de la ruta