Las rutas en bicicleta gravel que a continuación relato, permiten conocer la comarca del Campo de Alicante (l’Alacantí) en profundidad. Únicamente Torremanzanas ha quedado fuera de los municipios visitados. A cambio me acerco a otros –Tibi, Orxeta y Relleu– de comarcas colindantes.
Tras varios meses de inactividad debido a una baja por lesión, vuelvo a la carga con nuevas rutas. No es que esté recuperado, pero al menos puedo hacer algunas actividades más o menos interesantes.
El motivo de la baja -del que algo adelanté en el artículo sobre natación en aguas abiertas– fue un pequeño accidente en el rocódromo cuyo resultado ha sido un esguince de tobillo, rotura de ligamentos y doble edema óseo en astrágalo y calcáneo. Siete meses después, tanto esguince como ligamentos están curados, pero los edemas siguen dando guerra. Es una lesión que requiere tiempo y paciencia.
Sin embargo, fisio y trauma me han recomendado actividad física que no implique que la articulación tenga que soportar el peso del cuerpo, y tanto natación como bicicleta me están sirviendo como válvula de escape.
La bicicleta, eso sí, con ciertas limitaciones, ya que el traqueteo y las vibraciones de rodar fuera de asfalto suponen impactos muy negativos para la recuperación del edema. Así pues, me estoy dedicando a la bicicleta gravel por carretera. Algún tramo de pista hago, pero suelen ser cortos y ruedo despacio.
En realidad llevo meses con la bici, pero hasta ahora las rutas no me habían parecido suficientemente interesantes como para escribir sobre ellas. Las que ahora voy a contar me han gustado mucho y por eso quiero compartirlas. Son las siguientes:
- El Campello – Busot – Cuevas de Canelobre. Vuelta por la carretera de Aigües.
12 de marzo.
Distancia: 40,75 km. Desnivel: 793 m. - Alicante – Verdegas – Agost – El Sabinar – El Campello.
16 de marzo
Distancia: 59,27 km. Desnivel: 741 m. - El Campello – Aigües – Embalse de Amadorio. Vuelta por Relleu y Aigües.
19 de marzo
Distancia: 66,6 km. Desnivel: 1.170 m. - Alicante – Agost – Tibi – Xixona – Busot – El Campello.
29 de marzo.
Distancia: 72,27 km. Desnivel: 1.200 m. - Partidas rurales de Alicante y San Vicente.
13 de abril.
Distancia: 56,61 km. Desnivel: 410 m..
1. El Campello – Busot – Cuevas de Canelobre. Vuelta por la carretera de Aigües
Distancia: 40,75 km. Desnivel: 793 m.
Esta ruta, que recorrí en sentido opuesto el 31 de diciembre del año pasado, la hago una tarde de domingo. Al igual que me ocurre con las salidas senderistas me gusta mucho hacerlas por la tardes. Además de haber menos gente -en el caso de la bici menos circulación de vehículos lo cual es más seguro-, disfruto de las últimas luces del día que son cálidas y agradables.
Salgo de casa en la Avenida de Fabraquer y buscando el camino con menos tránsito de vehículos me dirijo a la carretera de Busot, la CV-777.
Con Sierra de Ballestera a mi derecha y los cultivos bajo plástico de Bonny a mi izquierda recorro los primeros kilómetros. Poco antes de incorporarme a la carretera que viene de Mutxamel, la CV-773, me enfrento al primer repecho, por suerte corto.
Sobrepaso Busot y tomó la CV-774 que se dirige a Xixona. La sigo durante 2,5 kilómetros hasta llegar al desvío de las cuevas de Canelobre. La subida a las cuevas es dura, pero me la tomo con calma y llegó arriba bastante entero.
Tras un rato de descanso disfrutando la panorámica que hay desde el mirador -que incluye Fontcalent, Cid, Maigmó, Migjorn y puerto de la Carrasqueta– emprendo la bajada por el mismo camino por donde he subido.
En Busot pedaleo durante un rato sin rumbo fijo subiendo y bajando algunas calles que no conozco. Finalmente tomo la calle que hay detrás de la Casa de Cultura que después de un par de curvas sale a la carretera de Aigües. Esta la he recorrido en sentido opuesto muchas veces en los últimos meses, pero es la primera vez que lo hago en este.
Al llegar al cruce de Aigües y dado que no queda mucho tiempo de luz, prefiero ahorrarme los 2 kilómetros hasta el casco urbano y dejarme caer hasta El Campello disfrutando de un magnífico atardecer.
Una ruta no muy exigente -si exceptuamos la subida a las Cuevas- que disfruto un montón y que con distintas variantes es la que más a menudo realizo.
Dejo enlace a dos tracks, uno en un sentido y otro en el contrario:
- Ruta en sentido horario (la descrita en el artículo).
- Ruta en sentido antihorario.
2. Alicante – Verdegas – Agost – El Sabinar – El Campello
Distancia: 59,27 km. Desnivel: 741 m.
Jueves. Esta mañana como tantas otras he venido a trabajar en bici, así que a las 15:30h, cuando salgo del curro, comienzo la ruta.
Desde el centro de Alicante tratando de seguir los carriles bici en la medida de lo posible me dirijo a la universidad.
La cruzo y continúo hasta la carretera CV-824 que se dirige a la Canyada del Fenollar, Verdegas y L’Alcoraia. Es una carretera muy cómoda que cuenta con carril bici. Después de tres kilómetros tomo el desvío que conduce al Verdegas que aunque carece del citado carril, tiene tan poco tráfico que no lo echo de menos.
En Verdegas, una de las pedanías más pequeñas del municipio de Alicante, me llama la atención la calle Mayor con palmeras a ambos lados. Decido seguirla y llego a una plaza con grandes pinos donde se encuentra la ermita de la Trinidad, patrona de la pedanía. La plaza está poblada por gran cantidad de gatos.
Tras una breve parada continúo la ruta cuyo próximo destino es Agost. Como he hecho la ruta en varias ocasiones cuento dos posibilidades para llegar hasta allí. La primera vez ruedo por la carretera CV-820 que une San Vicente del Raspeig con Agost, una ruta cómoda para mi tobillo pero con mucho tráfico, incluso de camiones.
La segunda vez, buscando lugares menos concurridos, lo hago por el apeadero de Agost y la vía verde del Maigmó lo que implica rodar por pistas de tierra, que aunque se encuentran en un estado bastante razonable, me obligan a pedalear despacio para evitar males mayores a mi tobillo. En cualquier caso, es una opción mucho más interesante y relajada.
Llegó a Agost situado a los pies de las sierras del Ventós y Maigmó junto a la rambla del Rugló -o Barranco Blanco-. Son tres lugares que he recorrido en numerosas ocasiones y me gustan mucho, espero recuperarme y poder volver a visitarlos en breve.
Aunque continúo un par de kilómetros por la carretera del Palomaret y después me acerco a la vía verde, Agost es un buen lugar donde dar media vuelta y volver, en mi caso a El Campello que es donde vivo.
Lo hago por el Camí de la Murta, que comienza en la rotonda del polígono dels Castellans. Se trata de una pista asfaltada algo abandonada pero muy agradable. El tráfico es prácticamente nulo y las vistas magníficas.
Pedaleo junto al Castellet de la Murta, cuya corta pero interesante ascensión realicé en 2018. Detrás está la Serra dels Castellans que recorrí meses después de la primera.
Esta zona, a pesar de ser seca y árida, tiene un punto salvaje y es la que más disfruto de la ruta. Quizá la agradable luz del atardecer tenga parte de responsabilidad.
Poco antes de llegar al Plá de Xirau -barrio de la pedanía alicantina de El Moralet– el asfalto desaparece y el firme pasa a ser de tierra, pero una vez en el barrio el asfalto vuelve a hacer acto de presencia.
Me dirijo hacia la A7 y la cruzo por una estrecha senda que pasa por debajo. Al otro lado de la autovía me recreo con la visión de los altos de l’Escobella, la Mosca y la Bec de l’Aguila, picos a los que también he subido.
Cruzo el valle del Sabinar y buscando el mejor firme me dirijo a Muchamiel. Antes de llegar, tengo que sortear el último obstáculo, la AP-7. Lo hago por un túnel bajo la carretera en el que entro justito, y es que se trata de una enorme tubería cuyo objetivo es que el agua pase de un lado a otro en caso de riada.
A partir de aquí la continuidad es en todo momento por asfalto. Cruzo el casco urbano de Muchamiel, rozo ligeramente el término municipal de San Juan y con las últimas luces del día llego a Muchavista en El Campello donde doy por finalizada la ruta.
Enlaces a tracks con tres posibles variantes:
- Acceso a Agost por la CV-820, vuelta por el camí de Murta.
- Acceso a Agost por la vía verde, vuelta por Baiona Alta.
- Sin pasar por Agost.
3. El Campello – Aigües – Embalse de Amadorio. Vuelta por Relleu y Aigües
Opción 1. Rodando por asfalto
Distancia: 66,6 km. Desnivel: 1.170 m.
Hoy es domingo. He preparado una ruta desde El Campello hasta el embalse de Amadorio con vuelta por Villajoyosa, pero en el embalse cambio de planes y decido volver por Orxeta y Relleu. Una ruta algo más larga y exigente, pero con menos tráfico y desde mi punto de vista mucho más interesante.
Tras la clásica subida a Aigües, que hace unos meses era lo único que hacía, continúo hacia Relleu, para desviarme un par de kilómetros después por la carretera del embalse.
Es una pista asfaltada agradable y solitaria, que transcurre entre campos de cultivo y un espeso bosque de pino carrasco. Tras varios meses sin patear monte, transitar por aquí me trae olores y recuerdos muy agradables.
Paso junto al Cantal de la Mola, una bonita montaña que por aspecto, tamaño y escasa aproximación, me recuerda al Castellet de la Murta. Además, en ambas he disfrutado de magníficas y solitarias jornadas de montaña.
Al llegar al embalse me dirijo a la carretera de Orxeta. Las vistas de los barrancos de l’Arc y Tagarina, la Sierra de Aitana, el Alto de la Peña de Sella, el Divino, Penya Roc, Sanxet, Ponoig y Puig Campana son brutales. Una de las panorámicas que más me gustan de la Marina Baixa.
Cruzo Orxeta y continúo dirección Sella para desviarme 3 kilómetros después por la carretera de Relleu.
Este tramo de carretera que nunca antes había recorrido es bonito y agradable, pero al llegar a Relleu se me cae el alma a los pies. Una espantosa urbanización, mitad con viviendas habitadas y mitad abandonada, es la bienvenida al pueblo. De seguir así, la montaña de Alicante correrá la misma suerte que su litoral.
El casco urbano, este sí muy bonito, está muy concurrido y en las terrazas no cabe ni un alfiler. Ciclistas, motoristas, turistas y locales llenan el pueblo. Tenía en mente una parada para tomar algo, pero ante semejante aluvión de gente prefiero pasar de largo.
Tengo por delante 15 kilómetros de continuas subidas y bajadas hasta Aigües, y el cansancio acumulado va pasando factura, así que hago una parada para descansar y tomar un plátano bajo un frondoso almendro con buenas vistas al Puig Campana.
Con fuerzas renovadas prosigo ruta primero a Aigües y luego en cómoda bajada a Él Campello.
Opción 2. Alternativa evitando las carreteras principales.
Distancia: 68,11 km. Desnivel: 1.212 m.
Algunos meses después de realizar esta ruta la repito, eso sí buscando alternativas con menos afluencia de vehículos y tratando, ahora que mi pie ya aguanta el traqueteo de las pistas forestales y las trialeras facilonas, de hacerla más montañera.
Para empezar, en la subida a Aigües, me desvío por una pista de tierra a mano derecha entre los kilómetros 4 y 5. La pista, con una subida algo dura, aunque mas bien corta, sale a una calle asfaltada que termina en la parte baja del pueblo que rodeo por el sur.
Me incorporo a la carretera pasado el kilómetro 10 para desviarme, al igual que en la primera ocasión, por la pista asfaltada del pantano de Amadorio. Ruedo por ella durante 5 kilómetros hasta llegar a un desvío a mano izquierda que se dirige a Relleu.
Comienzo bajando al fondo de un barranco para enfrentarme después a 3 kilómetros de puerto que por momentos se pone bastante intenso y me obliga a darlo todo. Una vez en lo más alto, me dejo caer hacia la partida de les Macaroves, desviandome por una calle que se dirige al parking del pantano de Relleu desde donde mucha gente se acerca a conocer su famosa pasarela.
Relleu está a un tiro de piedra y ese es mi próximo destino. Cruzo el casco urbano y me incorporo a la CV-775. Tratando en todo momento de evitar esta carretera, que en festivos como hoy suele estar bastante transitada, me desvío por pistas a izquierda y derecha que tras bonitos rodeos vuelven al vial.
Sin embargo, en uno de esos desvíos llego a una pista cortada por una valla y un cartel de prohibido el paso. No sé si existe servidumbre de paso pero tampoco tengo ganas de enfrentarme con el dueño, así que me vuelvo sobre mis pasos y salgo a la carretera por la que me toca rodar más de lo que me hubiera gustado.
Cruzo el puerto que baja a Aigües y vuelvo a desviarme por una pista a mano izquierda que se convierte en trialera sencilla. La sigo hasta llegar a la pista de Amadorio y desde allí a Aigües.
La vuelta a El Campello la hago por las pistas de tierra de Aigües Baixes primero y la Partida de Coca después.
Magnífica ruta con bastante desnivel y buen equilibrio entre carretera y montaña.
4. Alicante – Agost – Tibi – Xixona – Busot – El Campello
Distancia: 72,27 km. Desnivel: 1.200 m.
Con inicio y fin en los mismos lugares que la ruta 2, y con un tramo -el que conduce hasta Agost- compartido, se puede decir que esta es una versión larga y más exigente que aquella.
Y es que, si la primera traza un pequeño semicírculo alrededor de la comarca, está hace otro mucho más amplio y pasa junto a las tres grandes montañas que dominan l’Alacantí: Maigmó, Migjorn y Cabeçó d’Or.
Hoy es miércoles. Al igual que hace un par semanas he venido a currar en bici y al igual que entonces salgo a las 15:30h. Sin embargo, esta semana dispongo de una hora más de luz ya que volvemos al horario de verano. Y es precisamente esto lo que me motiva a hacer esta ruta que es algo más larga que la otra.
Me dirijo a Agost por la CV-820 y cuando llego al casco urbano hago una parada junto al museo de la alfarería, una actividad histórica cuya huella aún perdura en el municipio.
Sobrepasó el casco urbano y continúo por la carretera del Palomaret hasta una bifurcación. Tomo el camino de la derecha que en fuerte pendiente me conduce hasta el kilómetro 16 de la vía verde del Maigmó.
El origen de esta vía verde se remonta a la dictadura del general Primo de Rivera. Las aspiraciones de la próspera e industrial ciudad de Alcoy apuntaban a un ferrocarril de vía ancha que conectara dicha ciudad con el puerto de Alicante. Al amparo del Plan Guadalhorce de Ferrocarriles, se iniciaron unas obras que crearon 66 kilómetros de infraestructura ferroviaria utilizando todos los recursos de ingeniería de la época. La guerra civil, la posguerra y sus miserias, impidieron que se tendieran las vías quedando olvidada y abandonada a su suerte.
Fundación de los Ferrocarriles Españoles (1998). Guía de vías verdes. Anaya.
Sigo durante 6 kilómetros este proyecto de ferrocarril que nunca vió la luz rodando por firme de tierra. Cruzo una zona de badlands, yesos, arcillas y gravas acarcavadas que tienen al Maigmó como telón de fondo. El sitio es impresionante.
Según me acerco al Coll de l’Hort (final de la vía verde) el paisaje va cambiando y la vegetación se hace más y más densa.
En estos 6 kilómetros he atravesado varios túneles -el de El Ventós con 550 metros el más largo- y un par de viaductos y no me he cruzado con nadie. Por supuesto un fin de semana debe ser muy distinto.
A partir de este punto la ruta es por asfalto.
Siguiendo la vía de servicio de la A7 me dirijo a Tibi y poco antes de llegar sobrepasó el puente sobre el Riu Verd -que tras el pantano de Tibi pasa a llamarse Riu Montnegre y cerca de la desembocadura Riu Sec-. Aquí comienza una dura ascensión que tras medio kilómetro me conduce al casco urbano.
Tibi es un pueblo alargado y en pendiente que cruzo primero en ascenso, luego en llano y por último, a la salida del pueblo, en bajada hacia un barranco.
Al llegar al fondo del mismo comienza una dura subida que se prolonga hasta el puerto de Tibi. Supero el barranco con varias curvas de herradura y llego a un cruce a la derecha que se dirige al castillo árabe del siglo X y al pantano de Tibi. Lo ignoro y continuo por la CV-810 dirección Xixona.
La carretera, que apenas tiene tráfico, discurre en duro ascenso por la falda del Migjorn o Penya Roja. No sé si es el cansancio, la pendiente o un poco de ambas, pero este tramo me resulta el más duro de toda la ruta.
Poco antes de llegar al cambio de rasante que indica que he coronado el puerto, la vista se abre y disfruto de una panorámica que llega hasta el mar.
Me dejó caer hasta Xixona y en una terraza de la avenida Constitución hago una parada para disfrutar de un helado de turrón, es lo que necesito para recuperar fuerzas y recorrer los últimos 20 kilómetros hasta Busot primero y El Campello después.
Pero antes paso junto a la última gran montaña de la ruta, el Cabeçó d’Or, que cierra la comarca por el noreste.
Este último tramo, casi todo de bajada, lo disfruto con las últimas luces de la jornada. Un gran final para una gran ruta.
5. Partidas rurales de Alicante y San Vicente
Distancia: 56,61 km. Desnivel: 410 m.
Como viene siendo habitual en los últimos meses, al menos un día en semana vengo a currar en bici y nada más salir me voy de ruta por la zona que hay entre Alicante -donde trabajo- y El Campello -donde vivo-.
Buscando rutas que me permitan conocer nuevos rincones en los alrededores de Alicante, encuentro Cicloturismo Comunidad Valenciana, una web con un montón de información interesante para los amantes de la bicicleta.
Allí descubro una ruta que se aleja de la zona que estoy acostumbrado a transitar y se aproxima a Elche, por cuyo término municipal discurre durante un par de kilómetros. Además, recorre gran parte de las partidas rurales de Alicante y -con mi variante de vuelta- varias de San Vicente del Raspeig.
Se trata de una ruta cuya primera parte tiene mucho tráfico y es desde mi punto de vista excesivamente urbana. Además, algunos tramos pasan junto a vías con gran densidad de vehículos que restan interés a la actividad.
Sin embargo, cuando llevo recorridos 16 kilómetros, es decir, al cruzar la A-70, la cosa cambia. El ambiente se vuelve más rural y los campos de frutales y cultivo se suceden. A partir de aquí la ruta gana mucho interés.
Antes de llegar a la primera partida rural, la Vallonga, paso junto a las lagunas de Foncalent de las que hasta hoy no sabía nada. Aunque las encuentro valladas, desde la distancia se intuye su interés ecológico y paisajístico. Investigando, he descubierto que aquí anidan entre otros, el águila perdicera, el búho real o la collalba negra, lo que convierte este espacio natural en uno de los más relevantes del municipio.
Ya en el Rebolledo, paso por una zona densamente poblada de árboles y vegetación donde se encuentra el inicio de un sendero que recorre un barranco llamado Barranc de l’Infern que nace en la pequeña Serra de l’Alcoraia, al sur de las de San Pascual y las Águilas. Obviamente este nada tiene que ver con el famoso que hay al norte de la provincia, en el municipio de La Vall de Laguar, con el que comparte nombre.
Los kilómetros se suceden y voy cruzando L’Alcoraia, Fontcalent, Cañada del Fenollar, Verdegas y Moralet. La parte final por San Vicente del Raspeig y Mutxamel coincide con tramos de otras rutas de vuelta que vengo haciendo en las últimas semanas, y que puedes leer en este mismo artículo.
Esta es la ruta más urbana de las hasta aquí descritas, sin embargo pasa por algunos lugares muy interesantes que merece la pena conocer.
Track de la ruta.
Hasta aquí las cinco rutas y algunas variantes para conocer la comarca de l’Alacantí en bicicleta gravel. ¡No te las pierdas!
Galería de fotos
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Alicante | |
Comarca de l'Alacantí | |
En general cielo despejado y sin viento |