Ruta senderista circular Irún – Pagogaña

El Pagogaña, modesta cumbre de 482 metros situada en el Parque Natural Aiako Harria, es una montaña de suaves relieves y verdes praderas que forma parte de los montes situados en la orilla izquierda del río Bidasoa poco antes de su desembocadura en la bahía de Txingudi. 

Sin otra intención que la de dar un paseo para bajar los excesos de Nochebuena, salgo de casa de mis padres en el centro de Irún la soleada mañana del día de Navidad.

Cruzo el casco urbano y me dirijo, siguiendo el GR-11, a la ermita de San Marcial en lo alto del monte Aldabe. La subida, aunque corta, es exigente así que cuando llego arriba estoy sudando.

Continúo por pista hasta el caserío de Saroia Berri -fácilmente reconocible por el gran olentzero que preside su cuidado jardín-. Este es un buen lugar para volver a Irún ya que una pista hormigonada baja desde aquí hasta al pueblo. 

Sin embargo, es temprano y me apetece caminar, así que echo mano del OruxMaps (una aplicación móvil para la gestión de mapas offline y online) y me decido por enlazar varias pistas para subir al Pagogaña.

Llego a la alomada cumbre que tiene, al igual que su vecina Erlaitz, restos de una fortificación militar construida en el siglo XIX tras la tercera guerra carlista. Se proyectaron, más con la idea de prevenir nuevos levantamientos, que de defenderse de una posible invasión francesa.

Me entretengo lo justo para beber un trago y disfrutar de las vistas en las que destaca Aiako Harriak, cuya afilada cresta recorrí cuando subí por la cara oeste de Muganix, la última vez que anduve por aquí.

Pongo rumbo al collado de Erlaitz y siguiendo el sendero balizado PR-Gi 1012 me dirijo al arroyo de Meazuri. Durante la Navidad de 2019, cuando hice tres rutas por el Bajo Bidasoa caminé por esta misma senda. Entonces continué hacia los túneles de Askain primero y al Coto Minero de Irugurutzeta después. En esta ocasión cruzo el arroyo y tomo una deliciosa senda que sale a su izquierda.

La senda conduce a una pista que tomó a mano derecha. Tras algo más de un kilómetro se cruza con otra que también sale a mano derecha y que se dirige a las cascadas de Aitzondo. Me gustaría acercarme a verlas, pero no tengo tiempo, la hora de la comida está próxima, hoy es Navidad y debo llegar a casa cuanto antes. 

Continúo por el SL-Gi 1006 dirección Ibarla. Este sendero balizado discurre desde aquí hasta Irún junto al río Aranzate -que nace en la cascada de Aitzondo y desemboca en el Bidasoa- transformado en este lugar en la regata canalizada de Artia. 

Solo me queda callejear para llegar a casa con el tiempo justo de darme una ducha y comer.

Lo que ha comenzado como un tranquilo paseo se ha convertido en una ruta senderista en toda regla. He recorrido algo más de 18 kilómetros y algo más de 500 metros de desnivel en un entorno de bosque atlántico muy bien conservado. Eso sí, en la parte final me ha tocado apretar el paso para llegar a casa a una hora prudente y estos montes merecen tranquilidad.

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Mapa de la ruta