Ruta senderista a Peña Amusgo desde Artuñedo

Peña Amusgo o Peñamujo como se conoce localmente, es un promontorio rocoso fragmentado en dos mitades que se asoma al embalse del Tranco en el corazón de la Sierra de Segura. Para conocerla basta con seguir una cómoda senda bajo un tupido bosque de pino laricio. Subir a su punto más elevado exige, sin embargo, realizar pequeñas trepas en terreno abrupto. La panorámica desde lo alto es excepcional.

Con la excusa de celebrar medio siglo de vida me junto con amigos de la infancia en la Sierra de Segura. Un fin de semana de puente -el del Pilar- en el que damos paseos, hacemos excursiones, visitamos pueblos, comemos, bebemos, pero sobre todo nos reímos. A raíz de esta escapada conozco la Peña Amusgo, una singular formación rocosa que es además un balcón privilegiado con vistas que se extienden desde el embalse del Tranco hasta el Yelmo.

El grupo de 10 amigos, unos de Madrid y otros de Alicante, es variopinto y heterogéneo. Excepto Cris y yo ninguno práctica senderismo de forma regular, así que la excursión tiene que ser necesariamente suave, y así se encargan de recordármelo algunos de mis amigos.

Inicialmente pensaba ir a la ruta de las Acebeas, un enclave de gran singularidad botánica en el que crece el avellanar más meridional de España junto a grandes acebos, fresas silvestres, trepadoras, etc. En otoño las ramas de los acebos se llenan de frutos rojos y es cuando está más bonito. Se trata de una ruta que, aunque en invierno y bajo un manto de nieve, tanto Cris como yo conocemos. Así que cuando a última hora Amparo y Marc -del Cortijo de Ramón, donde nos alojamos- nos hablan de Peña Amusgo decido que esta va a ser nuestra ruta.

Peña Amusgo 

Comenzamos a caminar en El Artuñedo, una pequeña y apartada aldea perteneciente al municipio de Santiago-Pontones, a la que se llega por una pista de tierra desde Casas de Carrasco que a su vez se encuentra a 3 kilómetros por carretera de Pontones.

Abandonamos el pueblo por un camino que sale hacia el sur y nos enfrentamos a una subida de unos 500 metros sin sombra alguna y bajo un sofocante sol que tiene más de veraniego que de otoñal. Sorprendentemente nadie se queja y cuando empiezo a temer que su paciencia se agote, la senda gira a la derecha y encara una media ladera bajo la sombra de un bosque de pinos laricios que ya no nos va a abandonar.

No tardamos en llegar a un saliente rocoso que hace las veces de mirador natural. La panorámica incluye el pico Banderillas -una ascensión que tengo pendiente hace ya demasiados años- y los cortados que forman el Mirador de Juan León. En los valles, choperas aisladas empiezan a teñirse de amarillo dando un bonito toque de color. En un plano mucho más cercano vemos las ruinas de una aldea abandonada.

Retomamos la ruta siguiendo una cómoda senda que desciende ligeramente hasta la falda del Toladillo (1.609 m) pico que bordeamos, primero de subida y luego de bajada, por su umbría vertiente norte.

Pasamos junto una fuente seca junto a la que hay un abrevadero, y poco después la pinada se abre para mostrar Peña Amusgo de golpe. Su visión sobrecoge.

Aunque visto desde aquí su ascenso parece vertical y expuesto, lo cierto es que se trata de una trepada tumbada y sencilla. En cualquier caso conviene extremar la precaución.

Una vez arriba la panorámica es excepcional. Bajo nuestros pies el embalse del Tranco, Hornos de Segura y Cortijos Nuevos, y en un plano similar El Yelmo (1.809 m).

Tras disfrutar del lugar y sus vistas solo nos queda volver sobre nuestros pasos.

Una vez terminada la ruta a Peña Amusgo nos vamos al restaurante Ruta del Segura de Pontones, en cuya terraza disfrutamos de una agradable comida. No se me ocurre mejor final para esta bonita y sencilla actividad.

Galería de fotos

Mapa de la ruta