Pared sur de Leiva. Vía Carrillo – Cantabella, 6a 200m

La pared sur de Leiva se encuentra en el Parque Natural de Sierra Espuña un espacio natural de la Región de Murcia al que tengo un cariño especial. Y es que en estos montes hice parte de la formación del primer curso de Técnico Deportivo en Montaña y Escalada del que tan buen recuerdo tengo. Aquí pasé muchos fines de semana, caminando por el día y de vivac por las noches. Por el valle de Leiva discurrían algunas de las rutas que hicimos, así que la zona la tengo algo pateada, sin embargo es la primera vez que escalo aquí.

De hecho en Murcia, a pesar de lo cerca que lo tengo, he escalado muy poco. Un par de veces en el Almorchón y otra en Peña Blanca.

Pero volvamos a Leiva. Esta es la zona por excelencia de escalada en Murcia con más de 170 vías para todos los gustos. Sus paredes verticales de caliza gris y naranja tienen más de 2 kilómetros de largo y entre 150 y 200 metros de altura. Hay vías largas de diferentes estilos (fisuras, regletas, gotas de agua, techos…) y sectores de escalada deportiva de corte moderno. Una magnífica zona de escalada en un entorno incomparable.

He venido aquí con Javi a pasar el fin de semana con idea de escalar muchos metros de pared. Aunque la idea inicial era ir a Pirineos o Sierra Nevada y hacer algo de alpinismo, la borrasca Helena que está atravesando la península este fin de semana, ha hecho que cambiemos de idea y, buscando mejores condiciones meteorológicas, nos hemos decidido por las paredes de Leiva.

Pero aquí también se nota el paso de la borrasca y la previsión meteorológica da rachas de hasta 80 km/h. No obstante pensábamos que la orientación sur de la pared (casi a sotavento) nos protegería de los fuertes vientos del noroeste. Sin embargo no solo no estamos protegidos sino que estamos muy expuestos.

Por una parte sopla desde Collado Blanco y el aire se encajona con fuerza por el fondo del valle de Leiva, y por otra el viento al cruzar por encima de la pared forma una gran turbulencia que cuanto más altos estamos más fuerte es.

Con estas condiciones y a pesar de que la temperatura no es excesivamente baja, escalamos con toda la ropa que hemos traído, plumas incluido. Y es que la temperatura es una cosa y la sensación térmica otra.

Eso sí, tenemos las manos heladas durante toda la vía y esto para escalar es muy incómodo, porque no sabes si estás haciendo mucha o poca fuerza. Generalmente más de la cuenta.

Carrillo – Cantabella 200m, 6a

La Carrillo – Cantabella está completamente equipada por lo que bastan 12 cintas express y material de reunión. Nosotros escalamos con una cuerda simple de 80 metros.

Acceso

En Alhama de Murcia cogemos la RM-515 dirección Pliego. A los 7 kilómetros tomamos una pista a la izquierda hacia El Berro (está señalizada). 5 kilómetros después encontramos el desvío del Berro a la derecha que ahora ignoramos. Otros 3 kilómetros más y encontramos otro desvío, esta vez a la izquierda hacia el área recreativa Fuente del Hilo también lo ignoramos. 300 metros más adelante sale una pista de tierra a la derecha que seguimos durante 500 metros hasta llegar a una cadena. La pista está en perfectas condiciones.

Desde Alhama hemos tardado unos 30 minutos.

Junto a la cadena hay aparcamiento para 10 ó 12 vehículos pero está prohibido pernoctar. Al poco de llegar comprobamos lo en serio que se toman en este espacio protegido dicha prohibición. Viene un agente forestal y nos pregunta si hemos pasado aquí la noche. Nosotros no lo hemos hecho, pero hace fotos a la matrícula de una furgoneta que tiene pinta de haberlo hecho.

Aproximación

Cruzamos la cadena y comenzamos a caminar por la misma pista que veníamos llamada pista forestal de Prado Mayor. Vamos poco a poco remontando el valle y enseguida vemos asomar las paredes entre los árboles a la derecha. Cuando estamos a la altura de un dique de contención para riadas nos desviamos por un camino que sube al pie de vía.

Escalada

El inicio de la vía está señalizado con una placa metálica. Ojo porque es compartido con Pequeño Pepillo que sale recto, Carrillo Cantabella va a la derecha.

L1 (40 m, V+): Comienzo escalando por una fisura muy característica con tendencia a la derecha que se dirige a un techo anaranjado. Un diedro ligeramente desplomado poco antes de la reunión es el paso más difícil del largo. Tras superarlo las dificultades decrecen y llego a la reunión.

Cuando llega Javi dudamos entre seguir o bajar porque el viento es mucho más fuerte de lo que pensábamos. Optamos por ponernos el plumas y continuar, y aunque no me arrepiento creo que fue una decisión poco sensata.

L2 (35 m, 6a+): Este largo, el más duro de la vía, lo encabeza Javi. Desde abajo parece relativamente sencillo pero una vez en materia me cuesta más de lo que esperaba. Quizá sea por lo pulido del paso o porque no siento las manos a causa del frío. Sea como fuere me toca apretar más de lo esperado. Se trata de una placa vertical con pocos pies, eso sí, está cosido a parabolts.

L3 (35 m, IV+): El largo más sencillo de la vía. Salgo de la reunión a la derecha buscando un marcado y aéreo espolón con excelentes agarres pero con tramos de roca suelta. Después del espolón está la reunión en una placa.

L4 (40 m, V+): Turno de Javi. Sale a la izquierda de la reunión hasta una canal que conduce a la reunión.

La reunión se encuentra en un nicho, y ni siquiera aquí estamos protegidos del viento que se arremolina sobre nosotros.

L5 (55 m, 6a): En este punto el viento es infernal. Javi se ofrece a escalar el largo de primero y, cobarde de mi, le cedo el puesto. Este es sin duda el mejor largo de la vía, aunque debido a la intensidad del viento no lo disfrute del todo.

Sale a la derecha de la reunión por una zona algo pulida que nos sitúa en una placa vertical con patio. Tras superarla llegamos a una zona más tumbada y con más presas que nos sitúa al pie de un desplome con buenas presas tras el que termina la vía.

Bajada

Desde la parte alta de la pared nos dirigimos a la derecha (dirección este) y cruzamos todas las paredes por la parte de arriba. Hay mojones señalizando el camino a seguir.

En un momento dado se abre una gran canal. Es el paso del Portillo, único paso natural, que rodea las paredes y nos vuelve a situar frente a ellas. En un punto hay instalado un pasamanos para reforzar la seguridad.

A pesar de nuestra intención inicial de escalar muchos metros, tras hacer esta vía, y debido al fuerte viento decidimos volver a casa. Aunque antes nos vamos al bar que hay en la fuente del Hilo donde nos tomamos un buen bocata acompañado de cerveza.

Una intensa experiencia de escalada con unas condiciones que nunca antes había vivido. Manos heladas, ojos llorosos y, a ratos, el material del arnés aparentemente ingrávido. Pienso en la gente que escala en Patagonia y me doy cuenta que somos, como dijo el Fary, unos hombres blandengues. Estás condiciones para ellos serían cojonudas. Todo es tan relativo.