Esquí de montaña entorno al Plá de Beret

En nuestro periplo con esquís de montaña por el valle de Arán, tras nuestra ascensión a la Tuca de Beret el jueves y al Montardo el viernes, decidimos que el sábado nos íbamos al Tuc de Samont (2.508 m).

Nuevamente madrugamos y a eso de las 5:30h salíamos de casa. Después de atravesar Vielha primero y varios pueblos del valle después nos internamos en el Val de Varradòs dirección al Pont de Varradòs desde donde pensábamos comenzar nuestra ruta. Sin embargo un alud en mitad de la carretera, que debía de estar allí desde hacía ya mucho tiempo, cortaba el paso y nos impidió llegar hasta el punto donde debíamos iniciar nuestra ruta. A mal tiempo buena cara, había que pensar otra ruta y en el valle no abundaba la nieve. Gérard que lo conoce bien pensó que la mejor opción era volver a la zona del Plá de Beret y hacer algo por allí, así que dimos media vuelta y allí nos dirigimos.

Entre unas cosas y otras hasta las 8:00h no comenzábamos nuestra actividad desde el parking del Pla de Beret una hora que a mi se me antoja bastante tardía sobre todo teniendo en cuenta el calor que había hecho los días anteriores (por las tardes en Vielha habíamos estado a 20ºC). A pesar de todo y teniendo en cuenta que era sábado solo vimos a otro esquiador, el resto, que hubo unos cuantos, llegaron más tarde.

Salimos en dirección noroeste y subimos primero por una larga loma al Tuc de deth Miei (2.258 m) y luego por un entorno más agreste al Cap des Clòsos (2.417 m) donde hicimos una larga parada para almorzar y decidir si subíamos o no al Tuc de Parros (2.731 m). Declinamos esta opción porque la nieve no parecía muy estable en las palas previas a la cumbre.

Cambiamos de dirección y nos fuimos al Tuc de Costarjàs (2.336 m) primero, donde estuvimos un rato con otro esquiador de montaña, para terminar en el Tuc de Blanhiblar (2.245 m) última montaña que ascendimos en esta jornada. De los tres días que estuvimos esquiando este fue el único en que bajé medio bien, supongo que empezaba a hacerme a esta nieve primavera tan transformada.

A pesar de ascender varios picos la actividad fue mucha más suave que la del día anterior y con ella cerramos nuestro viaje al valle de Arán al que espero que podamos volver el año que viene. Eso sí la jornada la terminamos en La Besana cerveza en mano brindado por lo bien que lo habíamos pasado.

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Mapa de la ruta