Sierra de Aitana por la vertiente sur con mucha nieve

Ruta alternativa a las clásicas por el Port de Tudons, Font de Partagat o Coll de Tagarina para subir al pico más alto de la provincia de Alicante. Mucho más agreste e interesante de lo que cabría pensar al ver la silueta alomada de la Sierra de Aitana desde la costa y perfecta para disfrutar con nieve. 

Se trata de una ruta que tengo vista desde hace tiempo pero he querido esperar a que caiga nieve sobre la Sierra de Aitana para conocerla. 

Puesto que la borrasca Filomena a su paso por Alicante ha dejado la montaña cargadita y con unas condiciones óptimas llamo a Manu. Junto a él tengo reseñadas unas cuantas actividades en este blog, como la Gran Facha o el Balaitus, y más recientemente la sur del Divino o la subida al Pic Prim del Puig Campana. Quedamos para el domingo.

Sierra de Aitana por la cara Sur

Cuando nieva en Alicante ciertas montañas del interior de la provincia se masifican y se producen grandes atascos en sus puertos de montaña. Sin embargo, esta ruta de ascenso por la vertiente sur de la sierra de Aitana ofrece, a cambio de caminar un rato para alcanzar la nieve, un entorno agreste y solitario -nosotros no nos cruzamos con nadie hasta llegar a la cumbre-.

Tampoco el punto de inicio tiene las típicas aglomeraciones de vehículos que se forman en lugares como el Port de Tudons o la Sierra de la Carrasqueta porque empieza en mitad del Barranco de Tagarina, donde es raro que la nieve llegue a cuajar. Es cierto que a la vuelta vimos algunos vehículos junto a la fuente Pouet d’Alemany que es donde termina el asfalto, pero no creo que llegaran a diez. 

Aproximación

Salimos desde El Campello donde tomamos la autopista AP-7 dirección Valencia que abandonamos en la salida 66, la de Villajoyosa. Llegamos a una rotonda y cogemos el primer desvío a la derecha para incorporarnos a la carretera CV-770 que se dirige al puerto de Tudons, Alcolecha y Alcoy. Pasamos Orxeta y Sella, y cinco kilómetros después de este pueblo abandonamos la carretera y nos desviamos a mano derecha por una pista asfaltada que se interna en el barranco de Tagarina.

La pista discurre en pronunciado ascenso por una zona húmeda en la que la vegetación es muy frondosa. 

Conforme nos internamos en el barranco el paisaje se humaniza y comienzan a aparecer casas de campo diseminadas rodeadas de frutales de secano.

El asfalto termina seis kilómetros después, en la fuente Pouet d’Alemany. Sin embargo, nosotros aparcamos dos kilómetros antes, en un recodo de la pista frente a otra (esta de tierra) que se interna en dirección norte a la sierra y sube entre otros lugares al Mas del Conde y al Mas de Pedaç.

Ruta a la Sierra de Aitana por la cara sur

Comenzamos a caminar subiendo por la citada pista. Ésta bordea unos bancales de almendros y olivos que están vallados y cruza un barranco bastante cerrado. La ruta continúa a mano derecha internándose en el citado barranco que remontamos siguiendo una senda bastante desdibujada. Poco a poco se estrecha y cada vez es más vertical.

Las primeras manchas de nieve, de momento bastante dispersas, hacen acto de presencia. 

El barranco sale a un amplio e impresionante circo rodeado de paredes que parecen infranqueables. Aunque la pendiente se ha suavizado la nieve es cada vez más abundante, ha comenzado a nevar intensamente y está entrando niebla así que el ambiente es más propio de montañas mil o dos mil metros más altas, a mi por la vegetación me recuerda mucho a Sierra Nevada.

Observando el semicírculo que forma la muralla rocosa que tenemos enfrente y que cierra el paso, parece que el único modo de salir de aquí es por una debilidad que hay a la derecha donde la verticalidad de las paredes se suaviza. Sin embargo continuamos subiendo por la parte central del embudo ya que de vez en cuando vemos algún hito de piedras, además, la pendiente es más suave.

La nieve, que ya lo cubre absolutamente todo, es a ratos muy dura y tras un par de resbalones, decidimos que es hora de calzarse los crampones. Bueno, me los pongo yo, Manu los ha olvidado, así que voy abriendo huella y tratando de dejar pequeños escalones sobre la nieve para facilitarle la progresión.

Con los crampones camino más a gusto, Manu, aunque no tan cómodo aprovecha mis pisadas y avanzamos bastante rápido, aunque de vez en cuando la nieve costra no aguanta y nos hundimos hasta más arriba de las rodillas.

Cerca de las paredes observamos que en realidad el camino no va por donde parecía a la entrada al circo, sino que lo hace subiendo por una loma a nuestra izquierda que antes no podíamos ver por la perspectiva y la niebla.

El paso, conocido como Passet del Carrascal, es precioso, más aún con la nieve cayendo y la niebla. Lo sorteamos y el viento, del que estábamos protegidos por el muro rocoso del circo, nos golpea en la cara con fuerza. Hace bastante frío y durante un rato caminamos con las manos gélidas.

Continuamos por un barranco no muy cerrado que conduce a las Simas de Partagat. Sin embargo, no llegamos a la simas, nos desviamos a la izquierda por una la loma que primero nos deja en el cordal y luego en la cumbre de la Sierra de Aitana. Bueno, no es la cumbre -el vértice geodésico está dentro de las instalaciones militares protegidas con una valla-, es el punto más cercano a este.

Antes de llegar a la cumbre, en el cordal, nos cruzamos con un grupo de montañeros ilicitanos. Ellos vienen de la Font de Partagás y el Pas de la Rabosa, y casualidades de la vida tenemos amigos comunes, aunque no del mundo de la montaña.

Tras unas fotos de rigor en la cima y despedirnos de los otros montañeros emprendemos la bajada siguiendo el cordal de la sierra en dirección este. Poco después nos incorporamos al GR-330, la Gran Ruta Costa Blanca Interior que recorre la provincia de Alicante de norte a sur, sin embargo sus señales no nos sirven de ayuda pues están tapadas bajo la nieve.

Sobrepasamos varias cotas -entre otras la Penya Alta y el Alt de Tagarina– disfrutando de un ambiente absolutamente espectacular donde la niebla, la nieve y el hielo son los protagonistas.

Al llegar al Port de Tagarina cambiamos de dirección hacia el sur y continuamos por PR CV–10, una senda de pequeño recorrido que une las poblaciones de Sella y Benifato y que durante un tramo coincide con el GR-330.

A partir de aquí y hasta llegar al coche caminamos por pista forestal, resulta más monótono y para mi gusto la actividad pierde interés. Además no podemos disfrutar de las vistas, que aunque conozco de otras ocasiones, echo de menos.

En las inmediaciones de la fuente Pouet d’Alemany la niebla desaparece, deja de nevar y nos cruzamos algunos grupos de excursionistas que han venido a ver la nieve. 

Un par de kilómetros más, ahora por asfalto, y llegamos al punto donde iniciamos la ruta hace unas horas.

Ésta ha sido una muy buena ruta en la que hemos conocido la vertiente sur de la Sierra de Aitana con unas condiciones climatológicas y de nieve excepcionales, además hemos disfrutado de un entorno agreste en completa soledad.

Galería de fotos

Mapa de la ruta