Pozas pirenaicas y hayas de Gamueta con niños

El hayedo-abetal de Gamueta, en el valle de Ansó, es uno de los espacios naturales más húmedos y frescos del alto Aragón. Las enormes hayas que lo pueblan pueden alcanzar una altura de 30 metros, pero aún hay un árbol que sobresale, se trata del abeto blanco que puede alcanzar hasta 45 metros. Este bosque se salvó de ser talado entre los años 1993 y 1995 y es un espacio donde la intervención humana ha sido escasa, lo que ha permitido conservar las caracteríticas originales que son propias de estos enclaves naturales.

Este mágnifico lugar es un ejemplo de hayedo maduro donde además del haya y el abeto predominantes podemos ver tejos, pinos silvestres, algún olmo de montaña y en la zonas más elevadas pino negro.

Entre los mamiferos cabe destacar la presencia esporádica del oso pardo y los más habituales ciervos, corzos, ardillas, jabalíes, zorros… Entre las aves el arrendajo o el zorzal son bastante fáciles de ver, hay también carboneros, trepadores azules… Nosotros pudimos disfrutar contemplando varios tritones pirenaicos en una poza del barranco de Gamueta. Estos anfibios (endemismo del Pirineo) son una especie típicamente acuática que habita preferentemente torrentes de media-alta montaña de aguas frías solo si estas se encuentran muy limpias.

Esta excursión, la más corta de cuantas hicimos, es probablemente la más interesante por lo variado de la ruta. Sin embargo el día que la hicimos no pensábamos hacer nada más que relajarnos en diversas pozas que habíamos ido descubriendo en diferentes paseos que habiamos hecho. El día, desde luego, invitaba más al baño que al paseo, el sol pegaba fuerta y temperatura era alta.

La primera poza donde nos bañamos se encuentra en el río Belagua muy cerca del camping Asolaze donde nos alojábamos. Cris, Berta, Pau y yo ya nos habíamos bañado unos días antes aquí y nos había gustado así que queríamos enseñarsela a Pilar, Vicent y Sara. Meterse es un acto de fe. Fe en que tu corazón va a aguantar la diferencia extrema de temperatura a la que sometes a tu cuerpo. Sin embargo una vez lo haces te quedas completamente renovado y ya no cuesta volver a hacerlo.

La segunda poza está en el barranco de río Mintxate y la descubrimos durante un paseo hecho días antes por este lugar. Vimos allí a una pareja bañandose bajo una pequeña pero caudalosa cascada que hacía las veces de jacuzzi. Allí que nos fuimos. Sin duda la mejor de las pozas donde nos bañamos. Está a escasos 15 minutos del área recreativa que hay a la entrada del barranco. Desde la poza se pueden ver muy cerca varios nidos de buitre leonado que sobrevuelan este lugar. Estuvimos largo rato, comimos, nos relajamos y emprendimos el camino hacía el valle de Ansó para dar una vuelta.

Para llegar a dicho valle desde donde nos encontrábamos, muy cerca de Isaba, se coge la carretera que va a Zuriza a través del magnifico valle de Belabarze, y desde allí hay que dirigirse a Linza. Antes de continuar a Linza vimos otra poza junto al camping Zuriza y nos acercamos a ver que tal estaba y a refrescarnos. Esta fué sin duda la peor de todas, mas que nada por la cantidad de gente que allí se agolpaba. Después de la tranquilidad de los anteriores enclaves (dónde habiamos estado completamente solos) esta no nos convencio en absoluto y nos fuimos enseguida.

De camino a Linza y antes de llegar al refugio encontramos la entrada al barranco de Gamueta donde dejamos el coche. Como el sol ya ha bajado decidimos dar un corto paseo hasta que nos cansemos. Paseo que se convierte en una interesante ruta circular por diversos ambientes de montaña.

Comenzamos por una pista ascendente que esta señalizada en diversos puntos con balizas verticales numeradas, y que sirven para ver las distintas especies de aves que pueblan este lugar. La pista termina en un puente que cruza el río Gamueta donde vemos los tritones de los que os he hablado más arriba. Una vez pasamos el puente continuamos por un estrecho sendero que sube en fuerte pendiente hasta que llegamos a una señal que indica refugio de Gamueta a la derecha y otra señal hacia la izquierda que no recuerdo que pone pero que es la que cogemos.

A partir de este punto y durante un rato debemos seguir las marcas verde y amarillas de un sendero señalizado que saliendo del refugio de Linza hace una ruta similar a la nuestra aunque algo más larga. Tras un corto paseo salimos a un claro desde donde disfrutamos mirando al este de las vistas del Mallo Gorreta y la Gorreta de los Gabachos. Enfrente hacía el noroeste tenemos el Txamantxoia o Maz interesante pico que me he quedado con las ganas de ascender y hacia el suroeste el Ezcaurri que subí el mismo día que nos fuimos a Alicante (os lo cuento en la próxima entrada).

Después de un rato siguiendo las marcas verdes y amarillas abandonamos el sendero buscando el barranco por el que comenzamos la ruta pero desde la vertiente opuesta. Nosotros lo hacemos justo después de una de las marcas que venimos siguiendo desde el principio de la excursión y que con números descendentes van marcando los puntos de observación de las aves. Lo hacemos después del número 9 y con un poco de intucición llegamos bien al coche.

Es una ruta muy recomendable y variada que se puede disfrutar muy bien con niños aunque tiene una subida algo dura en su parte intermedia.

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