Escalada en el Puig Campana. Vía Ángel Cerrillo 450 m, IV+/V

Vía de escalada larga en terreno de aventura con una dificultad moderada (IV+/V) que recorre la línea lógica que parte desde una arteria situada a la izquierda del Carreró y transcurre encadenando varios espolones hasta llegar a lo más alto de la pared. La roca es la típica del Puig Campana compacta, adherente y de gran calidad aunque en puntos concretos está algo suelta. En el séptimo largo encontramos un paso de placa delicado de 6a+ protegido con dos parabolts.

Por fin y tras múltiples dificultades vuelvo a tener una mañana de sábado disponible para escalar con los Carrozas Climbing. Este año por unas cosas u otras solo he coincidido con ellos un día en Marín. En esta ocasión nos juntamos Manolo, Carlos, Fermín, Raúl, Domingo, Juanan y Riquelme. Compartí cuerda con Raúl haciendo él la primera parte de la vía como cabeza de cordada y yo la segunda. Al tratarse de una actividad sencilla es posible ensamblar prácticamente toda la vía. Así es como la escalamos nosotros. Únicamente aseguramos el largo de 6a+.

Escalada de la vía Ángel Cerrillo en el Puig Campana

Equipamiento

A lo largo de la vía encontramos cordinos y hay parabolts en los tramos clave.

Aproximación

Desde Finestrat subimos a la Font del Molí donde podemos aparcar. En sus alrededores hay unas instalaciones de uso recreativo preparadas con barbacoas, mesas y zona de acampada.

Comenzamos por el camino asfaltado que sube hacia la montaña hasta llegar a un pequeño puente que cruza una enorme acequia. Desde este punto salen tres senderos: el que sube a la cima del Puig Campana (PR CV-14), el que lo bordea (PR CV-289), y el que lleva a Polop (PR CV-13). Nosotros tomamos la senda que sube recto y que coincide con el PR CV-14. La seguimos durante 30 minutos hasta llegar a un llano. Tenemos el Carreró frente a nosotros. Hay que buscar una senda muy sutil que sale a mano izquierda y que se dirige a las paredes. Es la misma que conduce al sector Diedros mágicos y Espolón Elegant.

La escalada

El inicio de la vía se sitúa a la derecha de un pino grande, hay una flecha picada en la roca que sirve de referencia. Comenzamos por unos diedros hasta alcanzar un pino continuando después por un espolón en terreno más sencillo y siguiendo a ratos unos puntos rojos. Intercalamos aristas, espolones y canales hasta unas placas tumbadas que nos conducen a otro pino característico.

Seguimos un espolón aéreo hasta situarnos a la derecha del paso clave de la vía (6a+) equipado con dos parabolts. Se entra por una fisura que nos deja en una placa que hay que superar con un movimiento de adherencia en presas pequeñas. Tras hacer el paso volvemos a la derecha en una zona con gran vegetación.

Mientras escalaba el paso clave de la vía una piedra del tamaño de una pelota pequeña pasó a menos de un metro mío. Menos mal que Manolo chilló piedra (yo andaba concentrado resolviendo el paso y no me entere) y me peque con fuerza a la pared, sino creo que no lo cuento.

Tras el paso clave, subimos algo más hasta un colladito en el que nos dirigimos nuevamente a la derecha haciendo un pequeño destrepe que nos lleva a una canal primero y al último espolón de la vía después.

Terminamos por unas fisuras aéreas hasta el muro final que se escala por un diedro y que nos sitúa en lo más alto de la pared.

Descenso

Ascendemos hacia la derecha buscando los puntos rojos que marcan la bajada del sector central. Siguiéndolos llegamos al Carreró, y desde allí nos dirigimos al mismo camino por el que subimos por la mañana.

Como siempre una magnífica actividad de la mano de los Carrozas Climbing.

Croquis de la vía

El croquis de la vía lo he cogido de la página web Ka las Kabras. Os recomiendo visitarla para ampliar esta información.

Mapa de la ruta