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Torres del Estena en la ruta del Boquerón del Estena

Ruta del Boquerón del Estena, ermita y miradores en el Parque Nacional de Cabañeros

Senderismo en Cabañeros

El Boquerón del Estena es una atractiva ruta senderista de ida y vuelta por los márgenes del río Estena, un curso fluvial, afluente del Guadiana, en perfecto estado de conservación situado al norte del Parque Nacional de Cabañeros

Me encuentro de viaje por el centro-oeste peninsular. Ayer hice una ruta circular que además de ascender el Rocigalgo (techo de Toledo), me permitió conocer la Chorrera Chica y el Chorro de Navalucillos. Una intensa actividad de media montaña con más de 20 kilómetros y casi 1.000 metros de desnivel, en la que disfruté de gran variedad paisajística, con robledales, bosques mediterráneo y de ribera, así como espectaculares formaciones geológicas.

La de hoy es una actividad mucho más modesta en la que los protagonistas son, al igual que ayer los bosques y las formaciones geológicas, pero sobre todo los fósiles marinos. Y es que hace 400 millones de años, en la era paleozoica, está zona estaba sumergida bajo el Mar de Tetis, una enorme masa de agua poco profunda y rebosante de vida que marcó la historia y geografía de nuestro planeta.

Senda del Boquerón del Estena

Comienzo a caminar en Lincetur, un agradable camping en Navas de Estena donde he pasado la noche.

Amanece en los Montes de Toledo
Amanece en los Montes de Toledo

Tras recorrer poco más de un kilómetro por asfalto, cruzo el arroyo del Chorito por un pequeño puente de madera. Aquí, al lado de un robusto alcornoque, se encuentra el límite del Parque Nacional. 

No tardo en llegar a las Torres del Estena, tres formaciones columnares de cuarcita originadas por la erosión que desafían la gravedad. Desde aquí veo el Boquerón del Estena -que da nombre a la ruta-, donde el río Estena, después de nacer en lo alto del macizo del Rocigalgo, ha sido capaz de abrirse paso, juntarse con el arroyo del Chorito y generar este paisaje tan peculiar. Por cierto, boquerón nada tiene que ver con el pescado azul que en la costa cantábrica se conoce como anchoa, en este caso hace referencia a la primera acepción de la RAE, abertura grande. 

Setas (quizá agaricus silvicola) junto al camino
Setas (quizá agaricus silvicola) junto al camino

Junto a las Torres hay un pequeño balcón natural conocido como el risco del “Tira pan” donde aún hoy los mayores del pueblo recuerdan cómo antiguamente las mujeres tiraban comida a los hombres que estaban en el monte -con el ganado o haciendo las carboneras- y que por las crecidas del río permanecían incomunicados durante meses.

La Fuente del Fresno, situada al pie de un fresno centenario, y muy cerca de algunos pies de tejo, es mi siguiente parada. Parece ser que este es un buen lugar para observar galápagos leprosos tomando el sol en las piedras del río, pero el sol se esconde tras la montaña y el frío es intenso, así que ni veo galápagos, ni imagino dónde se esconden.

Camino en completa soledad, de hecho, no me voy a cruzar absolutamente con nadie en toda la ruta, un auténtico lujo, y más en esta senda que imagino debe ser de las más transitadas del Parque Nacional.

Camino en la Ruta del Boquerón del Estena
Caminando en la Ruta del Boquerón del Estena

Desciendo hasta un pequeño puente de madera que cruza el río Estena y continúo la ruta por una senda, primero algo estrecha pero después muy amplia. Antes de llegar al final veo las huellas en las rocas de un gusano marino gigante de hace 475 millones de años (encontrado sólo en Cabañeros).

La vuelta la realizo por el mismo camino, pero al salir de los límites del parque me dirijo a la ermita y los miradores que se encuentran en lo alto de un cerro y que permiten obtener otra perspectiva de la ruta que acabo de recorrer. 

La senda del Boquerón del Estena aunque es corta y llana tiene mucho que ofrecer. He disfrutado, además de un paisaje de mucha belleza, de la vegetación típica mediterránea (con encinas, alcornoques, quejigos, jaras, etc), de vegetación asociada a las riberas de los ríos (fresnos, sauces, etc), de árboles de carácter norteño como el tejo o el abedul, de curiosas formas geológicas originadas por la erosión y de huellas de las épocas en las que esta zona estaba cubierta por el mar. Creo que más no se puede pedir.

Galería de fotos

Mapa de la ruta

Resumen de la actividad

Nivel de esfuerzo Esfuerzo Bajo
Duración de la actividad Duración 2h 46 min
Distancia Distancia 8,52 km
Desnivel Desnivel 200 m
Dificultad Dificultad Baja
Tipo de ruta Ruta De ida y vuelta
Entorno y medio
Zona donde se realizó la actividad Montes de Toledo
Lugar donde se realizó la actividad Parque Nacional de Cabañeros
Zona natural protegida Espacio natural protegido
Tiempo durante la actividad Cielo despejado. Sin viento
Descargar ruta en Wikiloc Ver en Wikiloc

Resumen de la actividad

Nivel de esfuerzo Esfuerzo Bajo
Duración de la actividad Duración 2h 46 min
Distancia Distancia 8,52 km
Desnivel Desnivel 200 m
Dificultad Dificultad Baja
Tipo de ruta Ruta De ida y vuelta
Entorno y medio
Zona donde se realizó la actividad Montes de Toledo
Lugar donde se realizó la actividad Parque Nacional de Cabañeros
Zona natural protegida Espacio natural protegido
Tiempo durante la actividad Cielo despejado. Sin viento
Descargar ruta en Wikiloc Ver en Wikiloc