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Sergio en el segundo largo del Espolón Peña Sirio

Escalada en la Pedriza. Espolón Peña Sirio

Escalada en Madrid

La primera vez que escalé en mi vida lo hice en La Pedriza, concretamente en la vía ASA de la Tortura, y durante algún tiempo todas mis salidas fueron por allí. Pero poco a poco fui conociendo otros lugares, me vine a vivir a Levante y no volví, al menos a escalar. Lo he intentado en varias ocasiones pero parece como si los astros se pusieran en mi contra. Incluso en este último viaje tuve mis dudas respecto de que al final pudiera escalar allí, aunque esta vez sí, parece que he roto el maleficio.

Estaba en Madrid, tenía tiempo y no quería desaprovechar la oportunidad, así que al igual que en la jornada anterior quedé con Sergio, además nos acompañaba Miguel, ambos del Grupo de Montaña de Montes. Nuestra intención era escalar el Espolón Peña Sirio una vía de 185 m y dificultad máxima de V, que nos había aconsejado nuestro amigo y mentor Domingo.

Quedamos a las 8:30h en Villalba así que cuando llegamos al parking de Canto Cochino había ya unos cuantos coches allí aparcados y nos tocó dar alguna vuelta antes de encontrar sitio. Desde el parking se identifica perfectamente Peña Sirio y no parece lejana aunque como pudimos comprobar la aproximación no es fácil.

Pequeña nota histórica

El nombre de Peña Sirio se lo pusieron los hermanos Kindelán (Ultano, José Manuel y Juan) pioneros de la escalada pedricera a principios del siglo pasado. Los tres hermanos junto con su primo Pablo Martínez del Río descubrieron una oquedad granítica (situada en la vertiente de enfrente de Peña Sirio) que cerraron con un muro de mampostería para convertir el accidente natural en un cómodo cobijo. Este pequeño refugio conocido como Chozo Kindelán y situado encima de la charca que hoy lleva su nombre, fue lugar estratégico en las aproximaciones a La Pedriza, aunque cayó en desuso cuando se construyó el refugio Giner de los Ríos. Resulta que desde el citado chozo veían la estrella Sirio salir tras el risco y de ahí viene su nombre. Además realizaron la primera escalada conocida de esta Peña.

Aproximación

Tras esta nota histórica volvamos a la reseña de la actividad. Desde el aparcamiento de Canto Cochino cruzamos el río y tomamos el camino de la derecha hasta llegar a un prado donde hay que cruzar otro río y remontarlo hasta la Pradera del cerdito, llamada así por un bloque que tiene con este aspecto. Aquí hay que tomar un sendero señalizado con hitos que sube en fuerte pendiente hacia Peña Sirio. La aproximación sin ser tan mala como me temía, es bastante perdedora y hay que andar atentos. Pero más que dura me pareció entretenida con continuas trepas, alguna equivocación que implicó volver sobre nuestros pasos, y poco más.

Escalada del Espolón Peña Sirio

En realidad escalamos los dos primeros largos y el último del Espolón Peña Sirio y los dos centrales de Maldita vecindad. De este modo evitamos los largos más sencillos del Espolón (III+, III+) y los más duros de Maldita vecindad (6c+, 6a+).

Asegurando a Miguel en el cuarto largo del Espolón Peña Sirio
Asegurando a Miguel en el cuarto largo

L.1 (IV, 15 m): La vía comienza en el borde de una grieta de unos 4 metros. Una gran fisura a cuya derecha hay un viejo tornillo es el lugar por donde transcurre el largo. Se puso Sergio en cabeza y colocó el cable de un empotrador en el tornillo para proteger una posible caída a la grieta. Hay que subir hasta el final de la fisura y al llegar a una pequeña repisa hacer una travesía a la izquierda. Un químico en forma de “U” es la primera reunión, Sergio puso una cinta y continúo escalando.

L.2 (V-, 40 m): Un largo expuesto, el más delicado de toda la vía ya que no tiene ni un solo seguro y las posibilidades de protección son escasas. Solo en la parte de arriba, una vez superada una placa de adherencia pura y cuando ya han pasado las dificultades, hay unas setas donde es posible lacear alguna cinta aunque Sergio no lo hizo, osea que se hizo el largo entero sin un solo seguro.

L.3 (IV, 40 m): Los dos siguientes largos los hicimos por la vía Maldita vecindad ya que tienen más interés que los originales del espolón. En este me puse yo en cabeza. Se sale a la izquierda de la reunión por unos estéticos canalizos con buenos agarres. Había algún parabolt (pocos) y además laceé una cinta en una seta, más porque me pareció algo exótico que por fe de que fuera a aguantar una posible caída.

L.4 (V-, 50 m): Este largo lo hizo Miguel en cabeza. Es algo más complicado que el anterior, con algunos pasos de Vº y chapas en lo más difícil.

L.5 (IV, 20 m): Mis compañeros me dejaron el último largo que tiene unos picados en la roca, producto de la mentalidad de otra época, que le restan dificultad. Además tiene varios seguros fijos, así que no hay compromiso. La reunión está en lo alto de la peña. Es posible hacer el largo por la vía Maldita vecindad un poco más a la derecha, bastante más duro (6a+) y también equipado.

Mis compañeros de escalada Sergio y Miguel en la cumbre de Peña Sirio
Mis compañeros de escalada Sergio y Miguel en la cumbre de Peña Sirio

Tras llegar al final de la vía hay que hacer un pequeño destrepe, una trepa y subirse a la cima de Peña Sirio. Cuando llegué ví un pequeño grupo de cabras monteses un poco más abajo en un prado. Además los buitres pasaban muy cerca y se podía oír el ruido de su alas, un espectáculo magnífico.

Descenso

El descenso lo disfruté tanto como la propia escalada. Hay que ir a buscar el espectacular rapel de la cara este (para llegar hay que pasar encima de una gran grieta). Se trata de un rapel corto, unos 15 metros, pero volado y muy bonito que nos deja en un jardín. Ahora toca buscar el segundo rapel. Mirando la pared hay que dirigirse a la izquierda y pasar por un enorme puente de roca ya que al otro lado está la siguiente instalación. Por lo que habíamos leído desde aquí se puede hacer un solo rápel, pero nosotros lo dividimos en dos porque cuando Miguel bajó hasta una repisa (donde había otra instalación) se encontró con un buitre leonado empollando y todos queríamos verlo, aunque procuramos ser lo más discretos posible.

Rápel en Peña Sirio con La Maliciosa detrás
Rápel en Peña Sirio con La Maliciosa detrás

Tras los rápeles llegamos a otro jardincillo y en ese punto dimos bastantes vueltas antes de encontrar el camino adecuado. En algunos puntos la nieve acumulada dificultaba el destrepe. Por fin llegamos a un árbol desde donde realizamos el último rapel y desde allí al pie de vía primero y a Canto Cochino después por el camino de la mañana.

No solo la escalada, el ambiente, la aproximación, el regreso y la compañía. Todo hizo que disfrutáramos de una magnífica jornada montañera.

Espolón Peña Sirio (V, 185m). L.1 (IV, 15 m), L.2 (V-, 40 m), L.3 (IV, 40 m), L.4 (V-, 50 m), L.5 (IV, 20 m). Vía semiequipada de adherencia en granito

Galería de fotos

Resumen de la actividad

Longitud de la vía Longitud 185 m
Vía semiequipada Vía Semiequipada
Número de largos de la vía Nº largos 5
Dificultad Dificultad V
Entorno y medio
Zona donde se realizó la actividad Sierra de Guadarrama
Lugar donde se realizó la actividad Parque Natural Cuenca Alta del Manzanares
Zona natural protegida Espacio natural protegido
Tiempo durante la actividad Cielo despejado, temperatura agradable y sin viento

Resumen de la actividad

Longitud de la vía Longitud 185 m
Vía semiequipada Vía Semiequipada
Número de largos de la vía Nº largos 5
Dificultad Dificultad V
Entorno y medio
Zona donde se realizó la actividad Sierra de Guadarrama
Lugar donde se realizó la actividad Parque Natural Cuenca Alta del Manzanares
Zona natural protegida Espacio natural protegido
Tiempo durante la actividad Cielo despejado, temperatura agradable y sin viento