Escalada en Mascarat, GEDE (180 m, 6b/ V+ A0)

La GEDE es una vía de escalada situada en la Aguja Inferior de Mascarat que tiene 180 metros repartidos en 5 largos y una dificultad máxima de 6b/ V+ A0. Está completamente equipada excepto el último largo en el que la dificultad decrece notablemente (IV) y está limpio. Su roca es en general excelente, aunque algunos buzones del segundo largo están algo lavados y la fisura del tercero algo jabonosa.

La abrieron en dos jornadas de agosto de 1974, Gustavo Llobet, Josep Callejas «Paul» y Toño Sánchez Navas con bota rígida y haciendo un vivac en la cuarta reunión.

Tiene orientación oeste, lo que la convierte en una buena opción cuando hace calor, y un trazado inteligente que busca las debilidades de la pared. Pero su característica principal es el ambiente, con un patio considerable que en algunos momentos impresiona. De hecho, el pie de vía se encuentra en un puente de la nacional a más de 50 metros sobre fondo del barranco. Así que antes siquiera de comenzar a escalar ya hay un buen patio.

Sin embargo tiene un inconveniente, el ruido. Por una parte el del motor y la rodadura de los vehículos que pasan por la carretera, por otra el del trenet de la marina ensordecedor y desagradable al cruzar el puente. Por si fuera poco, coincidimos con un grupo haciendo puenting. No es que molesten, pero sus gritos sordos en el momento del salto hielan la sangre. Además concentrado en la escalada no es fácil acostumbrarse y cuando vuelven a saltar nuevo susto. Por cierto, he leído en varios blogs que este es el primer sitio de España donde se practicó este deporte.

Pero vayamos a la actividad.

Escalada en el Estrecho de Mascarat, vía GEDE (180 m, 6b/ V+ A0)

La última vez que salí a escalar, también con Javi, dudamos entre las vías El Dorado en el Racó del Corb o la GEDE. En aquella ocasión nos decidimos por la primera y dejamos la GEDE en la lista de pendientes. Hoy hemos venido a tacharla de esa lista.

Acceso

Para llegar al pie de vía hay dos posibilidades. La primera es dejar el coche en la entrada de la urbanización Maryvilla situada junto a la N-332 entre Altea y Calpe y desde allí caminar por el arcén de la carretera exponiendo la vida al azar de un conductor despistado.

La segunda, que también tiene sus riesgos, es la que hicimos nosotros y me parece mucho más interesante y agradable. Se trata de dejar el coche en el parking de Toix oeste también en Maryvilla, aunque en la parte alta de la urbanización.

Para llegar a este punto hay que seguir las indicaciones de Castellet de Calp. O lo que es lo mismo, tomar todos los desvíos a la derecha desde que entramos en la urbanización.

Desde aquí bajamos por el camino que lleva a las vías del sector oeste. Al poco de empezar hay que destrepar un muerte y seguir una senda que conduce a las calles de enfrente.

Bajamos por la primera calle que encontramos y nos desviarnos por la segunda a la derecha hasta llegar al final de la misma. Desde allí buscamos el barranco y sus tres puentes (el de la antigua nacional, el de la actual y el del tren). Al principio vamos monte a través por pura intuición, después por una estrecha y expuesta senda, la que hicieron los trabajadores que construyeron estos puentes. Nosotros dejamos un par de hitos de piedra en puntos estratégicos confiando en que ayuden a futuras cordadas.

En esta senda ya se empieza a sentir el ambiente que vamos a tener hasta que terminemos la vía. Tiene varios destrepes delicados, un cable de acero no muy fiable y por último, tras superar el antiguo puente de la nacional, un bonito túnel que cruza el interior de la montaña. La salida del túnel nos deja en el pie de vía que está junto a la barandilla de la carretera.

Empiezo a pertrecharme para la escalada cuando me doy cuenta que he olvidado los pies de gato en el coche. Toca volver por la senda que ahora me parece mucho más sencilla, y es que la incertidumbre es la que en muchas ocasiones me atenaza. De vuelta, ahora con los pies de gato, compruebo que el hito que ha puesto Javi está estratégicamente situado y ayuda a localizar el camino, no así el mío que no sirve de gran cosa.

Nuevamente en el pie de vía veo que Javi no ha perdido el tiempo y ya tiene la primera reunión montada. Ha aprovechado un poste metálico y un spit y me espera, así que termino de prepararme con rapidez y encaro el primer largo.

Material

Aunque la vía está equipada con spits, parabolts y puentes de roca, nosotros llevamos medio juego de fisureros y varios friends, y los usamos en el cuarto y quinto largo. Además conviene llevar unas cuantas cintas largas.

Por supuesto no hay que olvidar material de reunión y casco. Nosotros escalamos con dos cuerdas de 60 metros pero se puede hacer con una simple de deportiva.

Escalada

L1 (35m, V): Comienzo escalando yo como primero de cuerda, de este modo Javi encabeza los largos duros.

Salgo desde la barandilla del puente de la carretera nacional con una corta travesía a la derecha y sigo por la vertical rodeando la valla de protección metálica donde coloco el primer seguro. Llego a una gran oquedad que bordeo por la derecha, y tras superarla hago una diagonal a la izquierda hasta la reunión que se encuentra en una repisa bajo unos olivos.

Se trata de un largo sencillo, ideal para entrar en calor.

Aunque la roca es de calidad excelente y compacta, conviene prestar atención a la posible caída de piedras que irían directas a la carretera.

L2 (35m, V+): Javi sale de la reunión en dirección a los olivos y los atraviesa para internarse en un profundo diedro chimenea. El diedro es vertical, tiene patio y los seguros alejan pero hay muy buen canto. Eso sí hay colocarse, moverse de una a otra pared y jugar.

El diedro termina en una repisa tumbada por la que hay que continuar unos metros en diagonal a la izquierda hasta la reunión. Magnífico largo con mucho ambiente.

L3 (37m, V): Tras sortear los palmitos que tenemos en nuestra vertical voy por una serie de placas con mucho canto que recorren las debilidades de la pared hasta llegar a la siguiente reunión.

Aunque es sencillo, no es para nada un largo de transición y es más exigente de lo que a priori puede parecer. Otro largo disfrutón.

L4 (25m, 6b/ V+ A0): Javi sale a la derecha de la vía haciendo una travesía por roca aparentemente poco fiable que le sitúa en la vertical de la fisura donde se encuentra el paso más duro de la vía.

El primer seguro de la fisura está algo oxidado y no da mucha tranquilidad, así que lo refuerza con un friend. Justo después encara el paso que consigue, sin aparentemente mucho esfuerzo, sacar en libre. Eso a pesar de que tiene una caída bastante fea. Por mi parte, superado por las dificultades, me veo obligado a acerar.

Tras la fisura hay una travesía horizontal a la derecha con un bonito paso que tiene mucho, mucho ambiente. Algo después, tras un corto diedro está la reunión en una cómoda repisa.

L5 (48m, IV): Hasta ahora hemos estado en sombra pero este último largo, que escaló como primero de cuerda, lo hacemos al sol y aunque pensaba que íbamos a pasar calor, una agradable brisa marina nos acompaña.

Comienzo con una sencilla trepada por las placas tumbadas de la arista, que aunque no tienen seguros son fáciles de proteger.

Cuando parece que estoy a punto de terminar me encuentro con dos grandes bloques en los que me tengo que emplear a fondo con un paso atlético que se me antoja más duro que IV.

Sigo por la arista cimera haciendo un par de destrepes antes de llegar a un collado donde monto la reunión. En este último tramo la cuerda roza un montón, quizá una reunión intermedia sería una buena idea.

Bajada

Cuando llega Javi plegamos las cuerdas y continuamos cresteando hasta las ruinas del Castellet de Calp que tenemos enfrente. Las vistas del Peñón de Ifach, la Sierra de Toix y el Mediterráneo son espectaculares.

Desde aquí seguimos un camino señalizado que tiene unas maromas que parecen traídas directamente del Dent du Géant, y que resultan algo exageradas para esta sencilla senda.

Abandonamos el camino y seguimos callejeando por la urbanización hasta llegar felices y contentos al coche.

Vía de escalada muy recomendable con roca de calidad y ambientazo, pero sin duda lo mejor mi compañero con el que este año he compartido magníficas aventuras y que siempre está dispuesto a tirar por lo más duro.

¡Hasta la próxima!