Las crestas de les Coves, de las Tres Jotas y del Esquenall de l’Ase se alinean paralelas de sur a norte en la cara oeste del Cabeçó d’Or. Cada una tiene sus particularidades, pero todas comparten una escalada sencilla y un recorrido aéreo y con ambiente. Recorrer las tres en una sola jornada es una actividad montañera en toda regla, con el vacío como protagonista.
El Cabeçó d’Or presenta, en su vertiente oeste, una orografía agreste, con extensas paredes que se suceden y que, en algunos casos, alcanzan los 300 metros de altura. Es un pequeño paraíso de caliza, con multitud de posibilidades para la escalada.
Por su cercanía, es la montaña que más a menudo visito. Y es durante una de esas visitas, una tarde de otoño bajando de la cumbre, cuando, al ver las tres crestas en el camino de vuelta, me viene a la cabeza la idea de recorrerlas en una sola jornada.
Pocos días después, Javi me propone exactamente la misma actividad. No es una extraña coincidencia: pasamos mucho tiempo en el Cabeçó, compartimos gustos y solemos buscarle las cosquillas, no solo a esta montaña, sino a todas las que tenemos cerca de casa. No tardamos en ponerle fecha, y así cerramos 2024 con esta bonita actividad.
Tres crestas del Cabeço en una intensa jornada de montaña
¡Ojo! La cresta de las Tres Jotas tiene restricciones a la escalada entre el 1 de enero y el 30 de junio por nidificación de rapaces. Por favor, respetemos la época de cría y dejemos que estos animales saquen adelante a sus pollos tranquilos. Así podremos seguir disfrutando de su presencia en estas montañas.
De las tres crestas que tenemos por delante, la de les Coves es la más mantenida y aérea. Sin embargo, es la única en la que no nos encordamos. ¿Por qué? Aún siendo la más mantenida, la de las Jotas tiene los dos largos más difíciles. Lo que ocurre es que, una vez superada la Agulla Trencada y su posterior rápel, el recorrido se vuelve fácil y poco aéreo. A mí es un terreno que me gusta, pero entiendo que haya quien lo pueda calificar como aburrido.
En cuanto a la del Esquenall de l’Ase, tiene pasos que, sin ser técnicamente más difíciles que los de esta, se encuentran rotos y, en mi opinión, muy expuestos. No me veo escalándola sin cuerda.
Cresta de les Coves o de la Foradá
- Longitud: 800 m aprox.
- Desnivel: 319 m
- Dificultad: AD inf, IV-
Comenzamos a caminar todavía de noche desde el parking del Plá de la Gralla. Aunque el Cabeçó es una montaña muy frecuentada, y más aún en festivo, el parking no está muy concurrido, sin duda por la hora que es.
Siguiendo el PR-CV 2, que en este tramo va por la carretera, nos dirigimos hacia las cuevas de Canelobre. Tras cruzar su entrada y el parking, nos topamos con las paredes de la primera de las crestas que vamos a escalar. Tomamos la senda de bajada, que hace varias zetas en dirección al Plá del Cabeçó y a la base de la cresta. Sin embargo, no llegamos hasta su inicio natural, sino que tomamos un pequeño espolón que sube directamente a la cresta. Esta es una de las entradas clásicas. La otra es desde la base, y desde que se inauguró la ferrata, hay quien accede desde ella, aunque se pierde un tramo aéreo e interesante.

Nos montamos en el filo de la cresta y comenzamos a trepar por ella con la luz del frontal de Javi (yo he olvidado el mío).
Sin prisa pero sin pausa, vamos resolviendo los pasos clave. Primero, un puente de roca cuya consistencia es cuando menos dudosa. Luego, tras una repisa, un murete de IV. Más adelante, un tramo horizontal y estrecho con el terreno muy suelto donde hay que avanzar por el filo con cuidado.

Llegamos a un destrepe delicado, y justo después, otra zona horizontal que Javi hace por arriba y yo por un lateral. No es difícil, pero exige concentración. La cresta pierde algo de altura y vuelve a elevarse hasta su punto más alto. Encontramos un par de pasos rotos, con patio y algo expuestos. Son sin embargo, los que más disfruto. A partir de aquí la dificultad va progresivamente decreciendo.
Esta es una cresta que hemos recorrido en multitud de ocasiones y que conocemos bien, así que la progresión es rápida y no presenta ningún contratiempo reseñable. Media hora después de empezar estamos en su punto más elevado.
Más información de la crestaCresta de la Tres Jotas
- Longitud: 600 m aprox
- Desnivel: 278 m
- Dificultad: AD sup, IV
Continuamos por el cordal hasta el collado que forman las Placas del Collado y el Cerro Jeyjo. Esta es la bajada natural de la cresta de Les Coves, aunque nosotros, una vez en el barranc del Racó del Calderó, en lugar de continuar hacia el parking del Plá de la Gralla, tomamos una senda que se dirige al inicio de la cresta.
La escalada comienza en una fisura vertical (IV) situada entre la señal de regulación de escalada y el filo de la cresta. Tras recorrer un diedro algo roto, salimos a la arista. Desde ahí, por terreno más sencillo, llegamos a la base de la Torre de l’Ullal. La superamos sin dificultad y continuamos hasta el pie del largo más complejo de la cresta: una placa de IV+ con un inicio difícil de proteger, aunque cuenta con un cáncamo justo en el paso clave.

Llegamos a la cima de la Agulla Trencada para seguir por terreno fácil hasta que la cresta comienza a descender. Un par de destrepes por la izquierda nos dejan en una estrecha terraza, desde donde hacemos un rápel de 25 metros que nos deposita en una repisa horizontal. Flanqueamos hacia la derecha por una vira que nos devuelve directamente a la cresta.
Hasta este punto hemos progresado a largos; a partir de aquí lo hacemos en ensamble, aunque habría sido más rápido guardar la cuerda. El terreno es fácil, con algún paso aislado de III, pero sin mucho ambiente.

No tardamos en llegar a la Cima Grande, donde hacemos una parada para comer e hidratarnos, pensando -ingenuos de nosotros- que ya lo tenemos hecho.
Tras el breve descanso, destrepamos siguiendo la continuidad de la cresta, aunque ligeramente hacia el oeste, hasta alcanzar una amplia terraza. Allí encontramos una reunión desde la que hacemos un rápel de unos 28 metros, que pone fin a la cresta.

Cresta del Esquenall de l’Ase
- Longitud: 600 m aprox
- Desnivel: 208 m
- Dificultad: AD inf, IV-
Tras el rápel, bajamos por la incómoda pedrera que cae hacia el norte, paralela a la parte trasera del Paredón de los Alcoyanos.

Llegamos a la cresta, que ya habíamos recorrido juntos años atrás, aunque de la que apenas recordamos nada, con la equivocada idea de que será un simple trámite. Sin embargo, nos sorprende: es más laboriosa, frágil y con un perfil más afilado de lo que esperábamos.
Evitamos la primera aguja -que sí recorrimos en aquella ocasión- por el mal recuerdo de la reunión con dos espits desde la que hay que rapelar. En su lugar, entramos desde el oeste, por una senda bastante marcada.
Comenzamos a escalar en roca que, aunque parece rota, al tantearla resulta más sólida de lo esperado. Aun así, impone: si tiras de un bloque y se suelta, te vas abajo con el bloque en la mano. Así que nos movemos con suavidad y cautela.

Le sigue un largo afilado y algo incómodo que recorremos a horcajadas. Luego otro, también afilado, pero bastante más cómodo. El último largo de cuerda nos permite superar una segunda aguja. En mi primera ascensión continué por arriba y luego destrepé. Esta vez, en cambio, tras escalarla vuelvo sobre mis pasos y evito el destrepe para volver a la cresta siguiendo una vira a la derecha.
En este punto guardamos la cuerda. La cresta pierde continuidad y se vuelve cada vez más sencilla hasta alcanzar su punto más alto.

Descendemos por el cordal hasta un collado, desde donde seguimos trazos de senda que nos llevan a unos bancales abandonados. Desde allí enlazamos con la pista forestal que baja al Racó de Seva y siguiendo el PR-CV 2 regresamos a nuestro punto de partida, el Plá de la Gralla.
Más información de la crestaConclusión
Recorrer cualquiera de estas tres crestas es algo relativamente habitual, según cuál de ellas se elija. En cualquier caso, todas se hacen con cierta frecuencia. En cambio, enlazarlas en una sola jornada, combinando cresteo, algunos tramos de escalada y transiciones por sendas complejas, es una actividad poco común.
Vuelvo a casa cansado, pero con la satisfacción de haber compartido una jornada completa, en excelente compañía, en una montaña -el Cabeçó d’Or– que, por mucho que visite, siempre me da una excusa para volver.
Galería de fotos
























Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Comarca de l'Alacantí | |
Sierra del Cabeçó d'Or | |
Parcialmente cubierto. Sin viento | |
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