El Monte Gorbea, cuyos 1.482 metros lo convierten en el pico más alto de Álava y Vizcaya, es un símbolo natural y cultural del País Vasco. En su cima destaca la icónica Cruz del Gorbea, un punto de referencia que atrae a senderistas y montañeros más allá de Euskadi. En este artículo, cuento una ruta circular a su cumbre desde las canteras de Murua.
Ubicado en el Parque Natural de Gorbeia, cuenta con multitud de rutas de ascenso que atraviesan bosques de hayas, robledales, praderas de pasto y zonas de rocas escarpadas. Todas ellas sobre un conjunto kárstico en el que se han catalogado casi 500 cavidades.
Además, el Gorbea forma parte, junto a Ganekogorta, Kolitza, Oiz y Sollube, de los «montes bocineros«, llamados así porque en la Edad Media se usaban señales sonoras y luminosas desde sus cimas para convocar a las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya.
Ruta circular al Gorbea desde Murua
Para este primer acercamiento al Gorbea, elijo una ruta circular desde las canteras de Murua, cuyo track me ha pasado Alberto, un montañero de Vitoria a quien conocí a través de mi buen amigo Pety. Con ambos he subido en varias ocasiones y por distintas rutas al Cabeço d’Or.
Sin embargo, esta subida al Gorbea la hago en solitario, e igual que cuando fui al Moncayo desde el Santuario, aprovecho un día de viaje de Alicante a Irún para, en un intermedio, subir una montaña que tengo más o menos de camino. En esta ocasión el Gorbea desde Murua.
En realidad, no empiezo en Murua, sino en la antigua cantera, que ahora es un agradable área recreativa. Es en el parking de esta cantera donde dejo el coche y donde comienza la ruta hacia la cima del Gorbea.
Ascensión al Gorbea por la senda Zubialde
Comienzo a caminar por una ancha pista que, avanzando en llano junto al arroyo Zubialde, discurre bajo un denso bosque de hayas, acebos y helechos. Tras vadear el arroyo, llego a un cruce de pistas y tomo la que sube a mano izquierda, que sigue paralela al cauce y que poco después se convierte en un sendero. Vuelvo a vadear el arroyo, esta vez sobre un precario puente hecho con una viga de hormigón, y al poco dejo atrás el cauce.
Justo antes de llegar a una alambrada, me encuentro con un zorro famélico que se acerca con una mezcla de cautela, curiosidad y necesidad. Me gustaría darle de comer, pero sé que esta no es una buena práctica y que el principal perjudicado sería precisamente él. De todos modos, solo llevo un plátano y frutos secos, que dudo sean de su agrado.
Tras la alambrada, el sendero asciende en fuerte pendiente por una ladera poblada de hayas de gran tamaño hasta las proximidades de las cuevas de Mairuelegorreta, la más grande con unos 14 km de galerías, es una de las más importantes de Álava. Me acerco, aunque no me interno; las disfruto desde fuera.
Vuelvo al sendero para seguir en moderado ascenso. Cuando dejo atrás el hayedo, continúo en media ladera por un terreno tan embarrado que resulta complicado progresar, las zapatillas se quedan literalmente pegadas al terreno. Bordeo la peña Dulau hasta llegar a un paraje conocido como Larregoien, donde hay unas majadas de pastores.
Varios caballos pastan y dan al lugar un ambiente bucólico. Por si fuera poco, me cruzo con un segundo zorro, este, al contrario que el anterior, hermoso y bien alimentado. De hecho, cuando lo veo tiene un roedor en la boca.
Dejo atrás la majada, los caballos y el zorro, y mientras la niebla me envuelve, asciendo por una amplia canal que conduce primero a una campa y luego al collado de Aldamiñospe, en la vertiente suroeste del Aldamin.
Solo me queda la pala somital del Gorbea, en la que encuentro una fuente a mitad de camino, una excusa perfecta para descansar, beber y rellenar la cantimplora. Poco después aparece ante mí la famosa Cruz del Gorbea, debajo de la cual hay dos personas, las primeras que me cruzo desde que comencé a caminar. Son las ventajas de ir al monte en un horario tan poco habitual.
La Cruz del Gorbea
La historia de esta icónica cruz es la siguiente: en 1899, el Papa León XIII instó a colocar cruces en las cumbres más altas como símbolo cristiano para iniciar el siglo XX. En el País Vasco, el párroco de Zeanuri, Juan Bartolomé de Alcibar, adoptó la iniciativa para el Gorbea. El diseño de Casto de Zavala proponía una cruz de 33 metros que se produciría en una fundición de Barakaldo. El proceso de traslado y construcción fue arduo, con obreros enfrentando duras condiciones en la cima para ensamblarla. Aunque se inauguró en noviembre de 1901, un temporal la derribó en diciembre de ese mismo año.
Después del derrumbe de la cruz original, se erigieron varias más, pero todas terminaron siendo derribadas por las duras condiciones del Gorbea. No fue hasta 1907 que una cruz de acero de 17 metros, más robusta y adaptada al clima de la cima, se levantó definitivamente. Esta nueva estructura, construida para resistir los embates del viento y la nieve, ha logrado mantenerse en pie desde entonces, convirtiéndose en un símbolo del montañismo vasco.
Bajada por el refugio Egillolarra
Comienzo la bajada en dirección sureste hacia el Arroriano, cuyo punto más elevado dejo a mi derecha mientras que a mi izquierda está el circo del Igiñiger. La gran pradera despoblada de árboles que hay alrededor de la cumbre del Gorbea da paso a un bosque densamente poblado poco antes de llegar al refugio Egillolarra, que se encuentra rodeado de helechos.
Continúo mi camino por una amplia pista atravesando hayedos hasta la cabaña de Asunkorta primero y la parte alta de la Cantera de Murua después.
La cantera, reconvertida en área recreativa con mesas y bancos, se ve desde aquí como una amplia lengua de prados verdes.
La rodeo de bajada hasta el parking donde doy por terminada la ruta. Desde aquí la cantera se ve muy diferente abrigada por las enormes paredes de piedra que la rodean. Son sin duda, un fantástico reclamo para el descanso y la contemplación. Así que me cambio de ropa, me pongo cómodo, hecho un bocado para preparar la última parte del viaje que tengo hasta Irún.
Esta ruta al Gorbea desde las canteras de Murua ha sido mucho más que una parada en mi viaje: me ha permitido descubrir una de las montañas más emblemáticas de Euskal Herria y una pequeña parte de su magnífico entorno.
Galería de fotos
Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Cuadrilla de Gorbeialdea | |
Parque Natural del Gorbeia | |
Espacio natural protegido | |
Mayormente despejado. Niebla a ratos | |
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