La Cresta del Alberri o Cresta de la Penya Banyada, que emerge desde el área recreativa de Sant Cristòfol, en Cocentaina, a una altitud de 500 metros y mantiene su carácter escarpado hasta alcanzar la cota 920, ofrece un trazado que mezcla trepadas técnicas con tramos de senderismo. Es una variante interesante para ascender al Montcabrer, pero está reservada a senderistas experimentados o montañeros que busquen un desafío más allá de las rutas habituales. La vuelta puede hacerse por la senda balizada PR CV-37.
Es viernes de junio, una época del año en la me gusta hacer rutas vespertinas. En realidad salgo al monte por la tarde a lo largo de todo el año, pero en primavera y verano, cuando los días alargan, empezar entre 6 ó 7 de la tarde, aunque sea un horario poco habitual para hacer montaña, tiene, desde mi punto de vista, varias ventajas. La primera es que el calor va a menos conforme la actividad avanza. Además, la soledad se hace más presente, especialmente un viernes, ya que muchos prefieren madrugar el sábado. Ver la puesta de sol mientras sigues en plena actividad, normalmente desde lo alto de una cumbre, es otra de las cosas que me gustan de este horario. Por último, es justo cuando los animales retoman su actividad, lo que hace más fácil cruzarse con ellos.
Este año las actividades vespertinas que más he disfrutado han sido tres crestas: La Cresta del Migjorn, la Cresta de Foradà en Xorret de Catí y la Arista Agulló. La de hoy se suma a esta lista de buenas rutas entre semana.
Me acompañan Óscar, buen amigo y habitual de este blog, y Andrés, con quien está primavera he escalado, también por la tarde, la cresta del Cantal del Pixaor y la de Foradà.
Cresta de la Penya Banyada o del Alberri
Comenzamos la actividad en el parking del área recreativa de Sant Cristòfol, a las 18:30h.
La verdad es que no he preparado mucho la ruta e inicialmente me siento desconcertado porque, siempre que paso por la carretera, me da la sensación de que la cresta es la continuación del Cerro de San Cristóbal -donde está el Castillo de Cocentaina– cuando en realidad están una frente al otro.
Cuando por fin me ubico, nos dirigimos a las escaleras a la izquierda del parking, mirando al Montcabrer, y empezamos a subir por ellas. Recorremos brevemente la ladera sur de la cresta del Alberri y, poco después, cada uno por donde le parece, comenzamos a ascender hacia el filo. Antes de alcanzarlo, ya nos encontramos con las primeras trepadas que nos obligan a usar las manos.
La cresta
Una vez en la cresta, avanzamos siempre por su filo, aunque en muchas zonas es posible hacerlo por el lateral izquierdo, donde unas trazas de senda facilitan el recorrido.

En un momento dado, la cresta se suaviza y, a nuestra izquierda, se abre un descampado donde se encuentra el Abric de la Penya Banya, una zona con restos íberos. Allí nos encontramos con varios buitres; algunos emprenden el vuelo a nuestro paso, mientras otros permanecen en el suelo. Mi emoción por ver a estas carroñeras tan de cerca contrasta con la indiferencia de mis compañeros, que me tienen por un friki.

Poco antes de la Penya Banyada nos encontramos con los pasos más delicados de la cresta. Tras sortearlos, llegamos a un collado y, aunque aún tenemos que usar las manos en varios tramos, el terreno se vuelve progresivamente más sencillo. Pasamos junto al Mal Passet y les Penyes Monteses. En el collado entre estas y el Montcabrer, nos cruzamos con un grupo de arruis que al vernos, corren monte abajo.

Remontamos los últimos cien metros de desnivel hasta el vértice geodésico del Montcabrer, a 1390 metros, donde aprovechamos para hacer una breve parada y tomar algo.

La tarde no es especialmente bonita; el cielo está cubierto por una intensa bruma que le resta encanto al paisaje, y el atardecer no tiene nada de especial. Así que, antes de que la luz desaparezca por completo, decidimos emprender el camino de vuelta.
Regreso
Para volver, seguimos la senda balizada PR CV-37, conocida en este tramo como Senda de Huit Piletes por una de las fuentes junto a la que pasa. Es una senda muy bonita, sobre todo en otoño y primavera, que he recorrido en numerosas ocasiones.
Bajamos bordeando el Montcabrer por el norte y pasamos por la primera de las fuentes, la Font del Pouet, en la que apenas hay un hilillo de agua. Poco después llegamos a un cruze, que de seguir a mano izquierda, nos llevaría a Refugio del Montcabrer y la Cava Arquejada, pero que nosotros tomamos a la derecha para dirigirnos al paraje de Sant Cristòfol que es donde termina nuestra ruta.

Antes, eso sí, pasamos por el Mas de Llopis y las fuentes del Mas de Llopis y de Sanxo, a la que llegamos con algo de luz. Ya completamente de noche, alcanzamos las de l’Esquererola, les Huit Piletes y de Penya Banyada, todas ellas con muy poca o nada de agua, lo que nos recuerda en la urgente necesidad de que llueva.
A eso de las 23.00h llegamos al parking cansados, no tanto por la ruta, que también, sino porque es viernes y llevamos acumulado el cansancio de una semana de trabajo. Eso sí, mañana podremos descansar y recuperarnos, que para eso es sábado.
Conclusión
En resumen, la ruta de la cresta del Alberri al Montcabrer ofrece un recorrido variado y entretenido, con tramos de trepada por el filo de la cresta que añaden un punto de emoción. Aunque en muchos lugares se pueden evitar las trepas siguiendo sendas laterales, nosotros optamos por acometerlas en su totalidad, lo que nos brindó una experiencia algo técnica en ciertos puntos. Es un itinerario ideal para quienes buscan algo más que una ruta de senderismo, combinando esfuerzo físico, un toque técnico y buenas vistas a lo largo del recorrido.
Galería de fotos












Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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l'Alcoià | |
Serra Mariola | |
Espacio natural protegido | |
Actividad nocturna | |
Cielo cubierto, humedad y temperatura elevada, con una brisa fresca que aliviaba el calor | |
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